Mi flor preferida, en la vida real, es la Hortensia. Me encantan las peonias y la flor de loto; pero estas se ven sobre todo en internet porque no crecen tan facilmente por este lado del planeta.
Me encantan las hortensias porque fueron las primeras flores que noté que son azules de forma natural (no vale la rosa color turquesa con tinte y mención aparte están los iris y unas florecitas de arbusto que he visto en algunas casas.
Mi signo zodiacal es de tierra pero tengo una debilidad por los colores fríos y más si es en tonos pastel. Pero ojo, han de estar mezclados, tornasolados o en degradé para llevarme al clímax de la expectación. Las hortensias son las únicas que me dan ese placer en una sola varita, sin lluvia ni follaje, una sola varita y ya tengo todo un espectáculo.
Le puse este texto a la imagen porque me hizo pensar en la gran armonía y beneplácito que se logra cuando se juntan varios elementos por un fin común. Puede que sean diferentes, pero una vez juntosse logra un efecto trascendental.
Muchas veces se habla de solidaridad o unión a manera de "Redes", donde la gente se une a otros para lograr algún beneficio en el futuro. Nunca me gustaron esas cosas, será porque detesto besar traseros. Y peor aún, no soporto los halagos o el cariño circunstancial. Me gusta que me acompañen y me gusta compartir, no me gusta fortalecer mi red de contactos, conseguir favores, ni que me utilicen de palanca.
Tuve la oportunidad de juntarme con un grupo de personas que se dedican a fomentar una cultura de paz y gratitud, las cosas se dieron de forma natural; me encanta sentir que puedo apoyarlos cuando yo quiera (y quiero el 99% del tiempo que tengo libre) y me encanta también poder sonreirles y estrecharles la mano sabiendo que no voy a lograr nada con ellos, más allá que la alegría de haber estado ahí. Es muy lindo. Ya los efectos trascendentes o materiales vendrán solos, son consecuencias pero no son el motivo; y si no llegan nunca, no hay problema! Lo que quería lo obtuve desde que decidí actuar.
Uno también puede hacer algo sin esperar nada, a diario. Desde saludar a una persona mayor en la calle a ceder un asiento o dar una indicación de buena manera. Somos una red de personas, no de contactos, todos estamos conectados desde ya, así que hay que hacer cada uno su parte.
Quisiera que todos los lugares en la sociedad sean como las hortensias, en que nos juntamos todos para simplemente armar una paleta de colores en la que sólo se consigue sacar una sonrisa o un bello sentimiento a todo aquel que pase por ahí.
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