Wow.
Curioso pensar que han pasado más de 2 años del último post. Curioso y anecdótico tb caer en la cuenta que ayer entraba a Blogger con la intención de crearme un blog y descubrí con agrado y mucha sorpresa que ya había existido este blog como una cama saltarina, que alguna vez me vió despegar y de alguna manera estuvo aquí esperando por mí todo este tiempo.
Revisaba el post con el que abrí este blog, (dicho post no está disponible actualmente, pero volverá en el momento preciso) me leo y me releo y sentí un brrr al reconocerme. Mi "yo" de entonces, ahora es un "ella". Creo que la llegué a odiar, ahora la comprendo. Cuánto la extraño y cuánto la respeto también. Persistirá en mi memoria y estará impregnada de alguna forma en cada error/acierto que tenga de ahora en adelante.
Lo cierto es que el tiempo se pasó rápido, el reloj se mantuvo constante más no mi memoria ni mucho menos mis actos y ni qué decir mi espíritu. Muchas cosas pasaron en estos meses, en ese entonces jamás lo hubiera pensado. De pronto recordé esos cuadros de Salvatore Dali, con esos relojes blandos.
"Los relojes blandos son un símbolo inconciente de la relatividad del tiempo y el espacio, una meditación surrealista del colapso de nuestras nociones o del orden cósmico establecido" -Dawn Ades
Me pongo a pensar en lo relativas que son las cosas, y curioso porque hoy leia un texto sobre Einstein y de cómo su principio de E=mc2 explica la sanación que el alma puede hacer sobre el cuerpo. Quién lo diría, un científico hablando de cosas que los científicos tildan de insensateces. Quizás tan sólo buscaba cómo sustentar aquellas cosas albortadas que paseaban por su cabeza y su cabello... pero ese será tema para otro día.
Tengo algunas reflexiones que he ido desarrollando en este tiempo que iré posteando poco a poco. Nos iremos poniendo al día.
Por lo pronto, hoy resucitamos al blog, cual Frankenstein.
Por lo pronto, hoy resucitamos al blog, cual Frankenstein.
LL
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