En lo que va a la fecha ya van tres personas que me dicen que hablo bajo y es algo difícil escucharme. Creo que sí tienen razón aunque en realidad lo difícil no es escucharme, lo difícil es que yo hable fuerte.
Una tarde cogí fuerzas, compré el ticket a Hawaii e hice mi reserva en la Escuela de Misterio. Estaba por terminar el Residentado, no tenía ofertas de trabajo a la vista dado que no me dediqué a alimentar mi Working Network porque detesto ser... ¿cómo decirlo elegantemente sin perder la esencia de lo que quiero decir? Ah ya sé, lo que pasa es que detesto ser lame-culos.
En fin, la situación era incierta, el viaje sería todo Noviembre. ¿Quién me daría permiso para irme tanto tiempo? De dónde sacaré para completar los gastos que faltan? Las piñas hawaianas serían las más ricas del planeta???
Eventualmente las cosas fueron mejor de lo que pensé, me llamaron para trabajar en el Dpto de Rehabilitación en el Aprendizaje (justo lo que amo hacer) del Instituto Nacional de Rehabilitación de Perú (INR), la paga era muchísimo mejor de lo que pensaba, mi jefa un absoluto pan de Dios, los horarios algo flexibles y lo mejor de todo, cuando estábamos en la entrevista con el Director de esa Área les puse como única condición que me dieran licencia en Noviembre, ustedes saben, tenía que viajar a una isla a aprender sobre cristales y deidades. El Director me miró y tras un brevísimo silencio me dijo:
- Órale pues.
Bueno en verdad no me dijo literalmente eso, pero sí accedió. Es que con la jerga mexicana se transcribe mejor la informalidad y facilidad con la que accedió a mi pedido.
Todo fue de maravilla y los próximos dos meses estuve trabajando muy contenta. Hasta que surgió una plaza en el Hospital Central de mi ciudad de origen (Arequipa). Como ya sabrán, si es que me siguen, mi deseo siempre fue volver allí así que me presenté a la convocatoria, pese a que las condiciones no eran tan buenas como el trabajo que dejaba y, sobre todo, que allí no habría más Dpto de problemas de Aprendizaje. Sin embargo lo que sí me ofrecía era la posibilidad de estar con mis padres y también poder establecerme con mi novio tras 3 años de relación a la distancia (sin ser felices los 4!)
Le comenté a mi jefa de Lima sobre mi vuelta a casa, se puso algo triste pero comprendió. Vine, me presenté y gané el concurso con creces. No es por nada, pero soy lo máximo. Durante la entrevista con los Directivos del hospital nuevamente formulé la pregunta del millón respecto a mi viaje en Noviembre. Me dijeron que eso se podía coordinar "después" con mi jefe inmediata. Me pareció razonable. Ilusa.
La cosa es que en una semana cambió todo, presenté mi renuncia oficial en Lima, me hicieron una bella despedida las doctoras y el personal. Se dice que "A río revuelto ganancia de pescadores", pues aquí la pescadora fue una colega que había estado aspirando ingresar al Dpto de Aprendizaje y dada mi renuncia, ella fue la elegida para ocupar mi lugar. Bien por ella. Embalé todo lo que pude y lo que no, lo dejé en la capital y me vine a Arequipa.
Recuerdo que en mi primer día como Asistente en Arequipa, estábamos reunidas todas las doctoras del Servicio y cuando me presenté no faltó la pregunta de rigor:
- ¿Y... dónde has estado trabajando antes de venir aquí?
Les hice una breve reseña y sus ¿gentiles? comentarios fueron algo así como:
- ¿Qué pasó? ¿No estabas pensando?
- Ni loca dejo el INR
- ¿Sabes cuánta gente anda tras una plaza como esa?
- (Silencio juicioso y miradita de compasión)
Eso no fue lo más jugoso. Acto seguido vino el "después" y me entrevisté a solas con mi jefa inmediata. Como diría Arjona "para qué describir lo que hicimos en la alfombra", así es. Simplemente me destruyó y de pasadita desbarató todo mi plan. Me dijo que era imposible, que no tenía derecho a tener licencia, ni si quiera tenía derecho a capacitarme. Que recién estaba empezando, que esos permisos se piden con 3 meses de antelación, que para tanto tiempo ameritaba una Resolución de la sede central, pero que no me la darán jamás, que ella sólo cumplía las normas.
Qué puedo decir, me sentí devastada. No lo voy a negar, sentí que después de todo mis nuevas colegas tenían toda la razón. Me sentí ilusamente tonta y renuncié a la idea de viajar. Conversé con la Maestra del programa en Hawaii y ella me dijo algo que tiene mucha lógica pero también mucho reto:
- Pese a que parece imposible, en realidad aún hay la posibilidad de que vengas, sobre todo si ya tienes el ticket de avión.
Hice una sesión de Vida entre Vidas (Life Between Lifes) y encontré la conexión de mi vida anterior con la presente. Volví a la escena de mi lecho de muerte (Ver post Gema #11: Lepidolita), era un momento muy sereno y sin embargo había sólo un deseo inconcluso en mi corazón. Yo no había tenido formación académica y pese a haber presenciado todos los beneficios que el contacto con la naturaleza y el entrenamiento artístico eran benéficos para la salud, no sabría entender o explicar el mecanismo por el que eso sucedía. Entendía que a fin de que estas costumbres y prácticas se perennicen, era necesario trascender al campo científico y médico. Me iba con ese deseo, poder comprender cómo funciona la mente humana y poder comunicarlo.
Era Viernes al mediodía, mi vuelo partía el Domingo en la mañana. Terminé mi consulta, recogí mi bolso del estar de médicos, subí a la Oficina de Personal de la Red Regional, me senté frente a la Jefa y le presenté mi renuncia. Ella me miró sorprendida y me preguntó cuál era el motivo de aquello, le conté de mi viaje y acto seguido ella procedió a digitar, imprimir, firmar y sellar delante mío la Resolución Directoral en que se me autorizaba a mi, la insensata ilusa, a irse a Hawaii por el mes de Noviembre.
Un par de días después llegaba a una isla de la que no tenía mayor referencia que las canciones de los Beach Boys y la película 50 First Dates. Saliendo del avión ahí me esperaba mi Maestra y una de las compañeras, Andrea de Australia. Arias las dos, de cabello rubio y ondeado, cada una transmitiendo un mensaje y pasado distintos en los destellos azules de sus bellos ojos. Nos abrazamos y luego Joy colocó una corona de flores naturales pequeñas, aromáticas, blancas y lilas con hojas verde claro. Esa coronación me supo a un dejá-vu.
Manejamos rumbo a la casa donde se realizaría todo el proceso, conversamos, reímos y nos emocionamos en el camino. Alrededor de nosotras se erguía el inmenso océano Pacífico a manera de fortaleza, como si protegiera una joya preciada. Era de noche pero igual se podía sentir mucha Vida alrededor, en mi piel podía sentir como todo emitía un sonido en particular, no lo podía ver ni oir pero estaba completamente segura que todo alrededor estaba vibrando de touna forma particular que me emocionaba en sobremanera descubrir.
El cuarzo es la roca más común del planeta. Hay un sinfín de variedades y colores que varían de acuerdo al "contaminante" que posean. El cuarzo cristalino es conocido como el Maestro Sanador, con su muy alta vibración es el mineral sanador más poderoso del reino mineral, capaz de trabajar en cualquier condición. Se conoce que es la piedra del Poder y que amplifica cualquier energía o intención al activar el Chakra Corona, el cual nos conecta con nuestro Chakra Alma (Soul Star Chakra) situado en nuestro Yo Etéreo, más allá del cuerpo físico. Con este cuarzo se establece claridad de pensamiento y visión dado que los pensamientos son también una forma de energía y siguen un patrón determinado. disipando cualquier energía de baja vibración, elevando el crecimiento espiritual y la sabiduría.
Eleva la energía al absorver, almacenar, amplificar, balancear, enfocar y transmitir altas vibraciones. Canaliza la energía Universal y dado que contiene, dirige y amplifica la energía es extremadamente beneficioso para manifestar, sanar, meditar, como protector y canalizador. Al tener una resonancia muy fuerte y alta, genera un efecto positivo en todos los chakras, protege el aura y expande el campo energético de los seres vivos.
Finalmente llegamos a la casa, me mostraron mi habitación la cual tenía un balcón con una vista espléndida: todo el océano enmarcado con palmeras y árboles frutales. La luna, en creciente, parecía sonreír como anticipando un bello acontecimiento. Me tomé unos segundos para contemplar el escenario y recordar todo lo vivido hasta entonces: las visiones de los sábados, las hojas del parque, la luz de las ventanas, las decepciones, los libros, los escritos, los cuentos, las renuncias, el llanto, mi voz. Joy dió unos pasos hasta pararse a mi costado y dijo:
- Querida, soy feliz de que estemos reunidas.
- Este no ha sido un viaje de 14 horas, sino de 30 años - respondí yo.
- No querida. Yo creo que son miles.
- No querida. Yo creo que son miles.
Realidades Prácticas
- Todo brota a raíz de nuestra intención. Procura ésta sea sincera y empática, entonces surge una completa fe de que esa intención se puede hacer realidad porque es válida y sincera.
- Más que el "Cómo" importa el "Por qué".
- No se pierde la batalla hasta que uno se da por vencido.
- Alinear Propósito - Intención- Corazón - Mente - Actos. No hay pierde
Clear Quartz
Terminado el 28/8/2015