miércoles, 30 de julio de 2014

Del Asma y afecciones del Alma





Soy médico. Sí, estudié en una Facultad de Medicina, me titulé, hice SERUMS, especialidad y todo lo demás. Hice juramento Hipocrático también (no hipócrita). Osea que soy del equipo de los "incrédulos científicos materialistas", no de los "Hippies de la Nueva Era", legalmente. 

Les contaré una historia. 

Hace casi 3 años, me fui a vivir sola. Estaba bien, podría decir que el stress del momento me hizo bajar de peso, la ropa me quedaba linda, tenía todo mi sueldo para mi y alas para volar. Sin embargo algo no iba bien, estaba de pronto visitando las salas de Emergencia 3 veces en menos de un mes por una repentina recrudización del Asma Bronquial que me diagnosticaron en el 2009. Hasta entonces lo había controlado bien con inhaladores diarios, evitando gatos y limpiando mi casa todos los días. Pero de pronto eso ya no hacía efecto. 


A su vez, me vi de pronto limitada de disfrutar de los deliciosos chocolates de la Ibérica, propios de mi ciudad natal, ya que por cada bocado de chocolate me salía 1/4 de docena de granos en la cara. Hay gente que tiene acné en la espalda, por qué no podría ser ese mi caso? Podría empezar convirtiéndome en hombre para tener más chance de eso. Entonces también me vi privada de comer libremente. Después ya no era con el chocolate sino con cualquier cosa que disfrutaba más. La ansiedad y el stress propios de mi situación personal aunados a los problemas de salud hicieron que me vea en la posición de replantear mi vida y mi persona. Heme ahí otra vez con deseo de resetear pero no pensaba en suicidios ni mucho menos, todo lo contrario, quería vivir como no tienen idea.

Por cosas del destino, llevé a una persona muy querida para q reciba ayuda, esta persona estaba pasando por un momento muy difícil. Recordé un tip que me diera otra persona muy querida, con la que pude compartir muy poco tiempo en esta vida y que hoy justo se cumplen 2 años de su viaje al infinito, entonces fuimos a ponerlo en práctica pero la persona que tenía el problema en ese momento tuvo que irse de viaje así que decidí ponerlo en práctica sobre mis pulmones y mi piel. En vista que los medicamentos y cremas tradicionales no tenían mayor efecto en mi.

Durante el proceso de meditación y exploración pude identificar algo que me removió todo: El proceso de la compulsión. En aquellos tiempos y ya desde mucho antes, sentía que yo no tenía el control de mi vida. Era muy amiguera, me importaba mucho "quedar bien", ser "la buenita" y complacer a todo el mundo. Nunca podía decir que no y había aprendido uno de los peores hábitos que uno puede tener: Aprendí a negarme a mi misma. Tenía varias amistades, siempre tenía la agenda llena y  cumplía bien con el manual de urbanidad y buenas costumbres. Vivía tranquilamente, pero no existía.

Ya a mediados y hacia fines del 2011, gracias a Dios pude tener mi mini Big Bang y entonces empezó mi Día 0. Ya una vez estando sola, llevaba aun la culpa de disfrutar algo. Tenía ya automatizado el pensamiento de sentir remordimiento si de pronto obtenía algo para mi y por mi misma. Me sentía impotente, entonces descubrí que al no saber tomar el control de mis actos como mi verdadero Yo deseaba, lo único sobre lo que pensaba que tenía control era la comida. Lo peor, estaba el deseo particular por cosas poco saludables y a ello se sumaba la culpa consecuente con la que la consumía. Estaba en la incertidumbre se definir si estaba bien lo que estaba haciendo o si debiera volver a mi estado previo de tranquilidad y negación. Era tan ridículo. Cuando comprendí esto, entonces me liberé de ello. Decidí tomar control en mis decisiones en la vida en gral, y ya no sobre la comida. Aprendí a no sentir culpa por ser yo misma o disfrutar lo que me gustaba. Aprendí a confiar en mi y a escuchar a Dios en un idioma que no hablan en la mayoría de las iglesias. Lo escuché en mi corazón y en la Divina Misericordia (lo que será tema de otro post.

Por la misma cultura e ideología, la mayoría de las personas con las que interactuaba tendía a juzgar y criticar mi decisión, yo opté por no dar explicaciones como primer paso de cerrar con mi etapa de sumisión. Obviamente eso provocó más rumores y malicia pero yo sólo me acogí al perdón de Dios y mis padres y hermanos. 

Long story short: El acné desapareció

Ahora faltaba el asma, que podría hacer? Pasaron ya unos meses, me puse a investigar y además junto a un grupo de mujeres maravillosas, aprendí que el 5to chakra es el de la garganta. Lo tenía cerrado, me había aceptado a mi misma, pero aún tenía mucho que expresar. Recordé los episodios de mi niñez (Ver post "Sábados") y las subsecuentes represiones ya en mi adultez por expresar y manifestar mi sentir y pensar, que entonces empecé a escribir de nuevo. No lo hacía aquí sino para mi novio, en verdad fue El quien me instó a que hable, era la primera persona con la que podía abiertamente expresarme sin recibir una mueca o un "Qué hablas?" como respuesta. Su amor, comprensión y sabiduría fueron mi mejor medicina. Los post que inician con "Archivo fecha" son de ese entonces. 

Qué pasó después? Se fue mi asma.

Viendo en retrospectiva, lo que agradezco no es que se hayan ido los síntomas ni el malestar, lo que agradezco es lo que pude comprender y querer de mi misma en el proceso. Lo que he aprendido de cómo es que el cuerpo se sana sanando el espíritu (la mente?) , será tema de otro post. Hace unos días me resfrié y empecé a tener sibilantes. Entonces escribo, siento que mis pulmones (y bronquios) querrían que compartiera esto.












viernes, 25 de julio de 2014

Dios éter, eterno

Hace unos días, cuando acabé una conferencia y guardaba mis cosas, se acercó un panelista y me hizo un comentario que me vino como brisa en Primavera:

"Dra, usted habla de formas de encontrar la felicidad de formas muy novedosas y prácticas; sin embargo casi no ha mencionado a Dios. Qué lugar ocupa Dios en nuestra búsqueda de la felicidad?"

Se me vinieron varias cosas a la cabeza. Primero que es verdad, hace ya buen tiempo que no hablo de Dios, como tal. Segundo, vino a mi memoria AQUEL día.

Si me siguen, verán que no he sido lo que se podría decir "una chica que ha hecho de todo", así como los chiquitos que se ven en la serie "Skins" de MTV, ni como lo que se ve en películas tipo "No se lo digas a nadie", o como los muchachitos que bailan perreo cuando se van a discotecas de día. No. 

Hace varios años, cuando me encontraba en la mitad de la secundaria, tenía un gran grupo de amigos en mi barrio, éramos varios chicos y chicas, todos muy alegres y divertidos. Solíamos reunirnos casi a diario a eso de las 7pm, después de hacer las tareas y antes de que nuestros papás lleguen a la casa. General ente pasábamos el rato conversando, haciendo bromas o agarrando con los enamorados (los que tenían). 

Pasaron muchas cosas, aprendí mucho en esa época (fumar, bailar, bromear, besar). Me equivoqué mucho también. La sucesión de eventos tuvo un giro particular cuyos detalles serán motivo de un post especial, si no es un editorial; la cosa es que estaba ahí yo, pensando suicidarme a los 13 años (dizque). Como esa frustración cuando uno es jovencito y amenaza con irse de la casa. En este caso  de verdad quería morir, pero en una forma simbólica; no era por pena, era por culpa, obviamente no lo iba a hacer pero sí deseaba un cambio drástico que corte con todo ese tema; cuando se te cuelga la compu queda resetearla, cuando no ves la salida y te falta claridad mental, sólo quieres resetear. Yo quería resetear. 

Yo, muy católica, pensaba que debiera ir primero a misa así que fui a la de mi barrio. En mi barrio hacían una misa muy especial los Domingos por la noche, duraba como 2 horas y el cura hacía un devocional con luces y cánticos que le sacaban el diablo a más de uno. La cosa es que me encontraba ahí yo, llorando como descocida pensando qué dirían mis papás, qué sucederá con mi ropa? De pronto, sólo escuché en medio de los cantos y los rezos una frase que apareció para mi como el sol después de la tormenta, como el billete encontrado en la casaca vieja, el trocito de chocolate al fondo del cono del Frío Rico, como la opción "Restaurar" que aparece en el Office después de que se reseteó la compu y te salva los documentos que no guardaste. Eso mismo. 

El cura dijo: Dios no siempre nos da lo que queremos pero siempre nos da aquello que necesitamos. 

Yo dejé de llorar, casi no pude escuchar el resto de la misa por la alegría que sentía. Ya daba igual lo que hubiera pasado, todo estaba bien nuevamente. Había vuelto a nacer. Es difícil de explicar o comprender, es muy fácil de sentir. Al terminar la misa volví a casa y guardé todo aquello que atesoraba como mi máquina personal de tortura (recuerditos, cartas y sonseras). 

Al día sgte, volvía del colegio en bus en vez de la movilidad, cosa que hacía cuando quería caminar y pensar más. Cuando llegué al punto donde me bajaba, me levanté y poco antes de salir del bus,  levanté la vista y ahí en el marco de la puerta estaba un sticker que tenía la cita de Jeremías 33:3



Yo sonreí y desde ese día hasta el día de hoy tengo una Biblia en mi cabecera, desde ese día hablo con Dios como lo haría con un padre o un hermano. Yo quiero mucho a Dios, y siento que El me quiere también. Siento que las cosas del Nuevo Testamento son ciertas pero también siento que se reinventó  (si es que no es otro) en el Nuevo. Sé que con una mano castiga pero sé que con las dos manos abraza. A veces dicen que "hay que temer a tu Dios" , yo no le tengo temor, yo le tengo respeto y sobre todo siento confianza; confianza de que me comprende y ama. No tengo la más mínima duda de ello. Siempre he confiado en El y no hay día en que no hable con El y el me responde en cosas que van desde pájaros tomando agua en un charco en la vereda, flores brotando en medio de concreto, gente que para el tráfico para que cruce una familia de patos y en las sonrisas de mis padres y hermanos hasta cosas como que me salve de morir más de 5 veces (no hablo de suicidos, ojo). Yo lo siento a mi lado y El está en todos lados.

No hablo con alguna autoridad religiosa, no soy monja, sacerdotiza o pastora de ninguna religión, sólo cuento mi experiencia personal. Es frecuente escuchar críticas hacia Dios basadas en defectos de la Iglesia. Yo pienso que las religiones no definen a Dios, los actos de los humanos no lo definen a El, definen a la humanidad y a nuestra relación con El. Además no todo acto "malo" es un rechazo a  El sino una necesidad más grande. Cuando analizo el tema, veo que todas las religiones convergen en lo mismo y esa es la búsqueda de Dios, sea éste Buddha, Alá o los extraterrestres; hasta los ateos lo estan buscando en su incredulidad. Es pues la búsqueda y el encuentro con Dios la causa y fin de la existencia; encontrar a Dios en uno y en lo que habita la Tierra, es cerrar el círculo.

Finalmente le dije al señor que me hizo esa pregunta: Tiene razón, no lo menciono. No lo menciono porque El está en todo, para empezar, tenemos la oportunidad de aprender de los momentos difíciles precisamente porque El nos lo envía. Podemos desarrollar capacidad de amar y perdonar justamente porque El nos diseñó capaces de hacerlo, tenemos motivos para alegrarnos porque El así lo hizo. Nosotros somos El, de El y para El. 










domingo, 20 de julio de 2014

Básico

He estado todos estos días atravesando por cambios, entre idas y vueltas, ventanas que se cierran, puertas que se abren, aviones que aterrizan y otros que despegan. Es decir: estaba mutando viviendo. 

Por otro lado, estaba guardando un luto silencioso por los acontecimientos entre Palestina e Israel. Es lamentable lo que se está viviendo allá, es calamitoso. He podido apreciar diferentes gráficos al respecto y también diferentes videos con el fin de concientizar sobre el genocidio que se está dando en Gaza. No iré a sumarme a dichas manifestaciones de solidaridad y rechazo a la guerra. Creo que más bien voy a restar.

Desde que tengo uso de razón escucho o he sabido de forma distante, no voy a negar que no había hecho mayor research al respecto antes, sobre las constantes guerras y disputas en el Medio Oriente. Niños bomba, mujeres torturadas, hombres desaparecidos. Y sé de buena fuente que este problema no está desde que yo tengo memoria, sino que llevan ya siglos, sino milenios. Es tanto el tiempo que hasta se nos ha hecho "normal" que allá sucedan esas cosas. Si te pones a pensar, los Nazis en su momento mantenían los campos de concentración en secreto, no sólo a escondidas del enemigo aliado, sino también de sus congéneres alemanes. Por qué? Ellos sabían que de ser conocidas las atrocidades que se cometían contra tanto inocente, el mundo entero se volcaría sobre ellos. Y así fue después.

Entre las mujeres mayores de mi ciudad corre un refrán que canta "El hombre avanza hasta donde la mujer lo permite". En este caso, no será que ocurren todas estas atrocidades porque hoy por hoy el resto del mundo lo permite? Pongámoslo en chico, olvídate del genocidio que se produce a miles de kms de distancia. 

Piensa en tu radio próximo. Quė cosas destructivas o dañinas ocurren en tu entorno porque tú lo permites? Tu novio te engañó otra vez? Nuevamente te despidieron? Endeudado una vez más?  Ahora vamos a un radio más grande: Asaltaron a tu amiga? Los políticos son tan mediocres y conchudos? El pollo sube de precio? Ahora vamos un poco más allá: Sigue el maltrato de animales? Sigue la trata de personas? Incrementó el crimen organizado?  Y si ampliamos más llegamos a las guerras sin objetivo o justificación, a la esclavitud disfrazada de capitalismo y al calentamiento global. 

Cuando dejaremos de comportarnos como lobos con piel de ovejas? Basta con que nosotros no seamos los infieles, los que maltratamos animales, vendemos al país o matamos civiles? Basta con ser el que no está haciendo lo malo? Eso te hace bueno? Cuantas cosas pasan a vista y paciencia porque la gente ya no responde, ya no se conmueve. 

En las tiendas nos sorprendemos con lo maravillosas que se ven las flores presentadas en televisores con extra mega archi HD y 3D , para luego salir a la calle y al tenerlas en la vida real, las pasamos de largo. Las manos de los niños pasan más tiempo en una pantalla táctil que cavando la tierra. Ya no bastan unas vacaciones en el campo, tienen que ser mejor un viaje a Disney, sino es un verano "monse". Ya no basta copa de helado entre dos, tiene que ser cena a 8 platos con meridaje y al final el chef baila tap de cortesía. Nosotros solitos nos hacemos el hara-kiri. Para alegrías grandes, en estos tiempos, necesitamos motivos más grandes

Queremos justificar nuestra supuesta mentalidad de siglo XXI, somos semi dioses, qué vamos a andar por ahí correteando descalzos! Oh my! . Sin embargo es justo esta sofisticación la que nos está volviendo como aquello que creamos, veneramos y añoramos: cosas. 

Me diras, "Qué tiene que ver que me despidan, asalten a mi amiga o maten a civiles? A caso es mi culpa?" Pues justamente eso, estás esperando sucesos lo suficientemente apremiantes o dolorosos para recién reaccionar. Sabes que aceptaste estar con ese chico, pese a que tiene fama de pendex, porque no quieres estar sola después de todo. Sabes que hay gente que maltrata animales por diversión pero cuando un perro callejero se te acerca le tiras piedras. Sabes que los políticos son un fiasco pero cuando está el proceso electoral no te tomas el tiempo de informarte objetivamente del plan de trabajo o el background de tu favorito (en verdad vas y al final anulas tu voto dibujando un pene en la cara del que tiene mas cara de sonso). Estas saliendo tarde de clases, tu amiga vive bien lejos pero no tiene para el taxi así tendrá que caminar un trecho; sabes que podrían asaltarla y que tienes para prestarle, pero no lo haces. Sabes que en estos tiempos USA arma guerras de cualquier cosa con el fin de ganar más dinero y poder, pero sin embargo sigues pensando que cualquier país es mejor que el que habitas (sobre todo si eres latinoamericano) pese a que sabes que ninguno de nuestros países jamás haría algo así (no sabemos si por falta de recursos o porque nos sobra entereza). Esperamos que esté grave la cosa para recién actuar bien. A veces sólo llegamos a darnos cuenta de lo que hubiéramos podido hacer, que es bastante para muchos. Esperamos ver a niños desmembrados para recién decir "Hey, está mal no querer a tu prójimo".

El cambio empieza por uno mismo y a pequeños pasos. Hay que darnos, cuenta! La maldad se crea de a pocos, la felicidad se puede disfrutar desde lo más pequeño. Así que a la próxima, estemos atentos y no demos un paso atrás o al costado. No olvidemos el civismo básico, la solidaridad básica, la empatía básica, el cariño básico. No es de débiles conmoverse, no es de salvajes velar por los animales, no es de pobres cuidar el agua, no es de tontos compartir lo que tienes, ni jugar es sólo cosa de niños.

jueves, 10 de julio de 2014

Alas


Hoy regresaba a mi casa después de los ajetreos usuales de la mañana y cuando me disponía a abrir la puerta, noté que había un semi-pichón de paloma paradito junto al dintel. Cuando cruzamos las miradas, no picó vuelo por lo que supe que algo no estaba bien con él. 
De niña (lo admito con pena, vergüenza y algo de horror) yo era algo así como la sobrinita del dentista de "Buscando a Nemo". Sí, no paraba de agitar la bolsa. Me gustaba sacar del agua a los peces que mi hermano traía para ser nuestras mascotas, tocarlos y poder verlos de cerca. Me gustaba también verles las branquias, por lo que solía levantar un poquito las escamas de la cabeza para luego dejarlos nuevamente en el agua como si nada habiera pasado. No quería hacerles daño, sólo los admiraba y me parecían tan hermosos que quería tocarlos. Después comprendí que les hacía daño y por eso dejé de hacerlo. Mi hno nunca entendía por qué sus peces no duraban más de una semana.




En tercero de primaria nos dejaron de proyecto criar algún animal de granja. Yo elegí criar 2 pollitos. Compré un manual para criar pollos, les acomodé un nido, les puse agua, les puse juguetitos y los acompañé durante toda la tarde. En el libro decía que los pollos dormían a las 6pm, así que a esa hora (yo bien intencionada) los mandé a acostar. Lamentablemente estos persistían en estar de pie, por lo cual yo seguía acostándolos en su "cama" y les ponía telas (frazadas) encima. Ellos se volvían a parar. Y así, y así. Al día sgte, cuando volví del colegio, me dieron la noticia que mi pollitos se habían ido al cielo. Nadie lo sabía pero me consideré entonces una pollicida, es verdad eso que a veces mucho amor mata.

Hoy vi a este pichón y entonces dije, vamos a cambiar la historia. Lo tomé, lo metí a mi casa y le armé su penthouse con agua, comida y le puse flores al costado para que sienta esperanza.

Lo exploré con más calma: movía sus alas a la perfección, su cuerpito estaba íntegro, tenía unos rasguños en su pico y noté que perdía el equilibrio al estar paradito, examiné sus patitas y tenía las partes distales de algunos de sus deditos necrosados (muertos). Le improvisé un sitio donde pararse como canarito para q entrene el equilibrio, hacía su mejor esfuerzo por mantenerse derecho y lo logró. Se tambaleó unas cuantas veces pero lo logró. Entonces le dije que continuaríamos el entrenamiento al volver de mis ajetreos de la tarde.

Cuando volví, lo encontré en una esquina apoyado contra la pared de su casita improvisada. Quise volver a pararlo como canarito pero esta vez ya no conseguía si quiera mantenerse erguido. Entonces comprendí que no saldría de esta. Quizás lleva ya un tiempo malito.

Me senté en mi cama y lo puse en mi regazo para que descanse, le hablé y también le canté. Él reposaba de costado con los ojitos abiertos, su cuerpo (pese a estar en este estado) se veía tan agraciado y bellamente diseñado. Me fijaba en sus alas y aún sus patitas lesionadas, y me quedaba sorprendida de la obra de arte que son las criaturas de la Tierra. Estas aves que son tan comunes y a veces hasta las despreciamos, son también una maravilla como las tantas cosas que habitan el planeta.

Luego empezó a cerrar los ojos. Ya si van leyendo algunos de mis posts y me siguen el hilo, sabrán que tiendo a llorar así que tb le cayeron un par de lágrimas. Una de ellas cayó sobre sus alas y el asomó su piquito. No la bebió pero en mi corazón siento que era su forma de corresponder a mi gesto.

Con una mano sostenía su cabecita y con la otra acariciaba sus alas y le trasmitía energía. Cada que sentía mi mano más caliente, abria sus ojitos y sacudía su cabeza, para luego volver a reposar. Empecé a sentir su cuerpo relajándose, distendiéndose (temía que al irse defeque sobre mi pantalón, no lo voy a negar, felizmente no lo hizo). Luego dió un pequeño aleteo y se quedó inerte.

Hay muchas cosas que suceden en el día a día, no me gusta postear cada cosa "buena" o acto "bueno" que pudiera hacer. Sin embargo hay sólo una excepción a la regla y esa es cuando este gesto podría ayudar a recobrar la Fe a alguien más.

Meditaba sobre este episodio hace un momento y llegué a la misma sensación que sentía ayer que comentaba algo sobre los bombardeos en Gaza. Pensaba, qué tanto efecto pudiera tener que aquí oremos por esas personas o que el mundo repudie la guerra si al final los que liberan las bombas ni oran ni les importa el estar matando a esas personas? De qué sirve que uno ore y ame si al final la muerte llega inevitablemente?

Y entonces vino R. y me habló: "Ningún gesto, pensamiento o acto de amor queda sin efecto. Por cada acto de odio hay 1000 actos de amor más poderosos. No dejes de orar, no dejes de amar porque aunque tus ojos no lo puedan ver, el Gran Espíritu recoge y mueve cada palabra y pensamiento de amor. El pájaro que tuviste en tus manos está cantando y anunciando que alguien se apiadó de él. La gente que ha fallecido en Gaza está cantando alabanzas en rpta a las oraciones de quienes estamos pensando en ellos. A través de esos cánticos el amor en la Tierra tiene efecto en el cielo, así es desde el inicio de los tiempos. Son esos cánticos los que traen el Sol de un nuevo día".

Justo mi novio me escribió para preguntarme cómo iba nuestro amigo y le tomé esta foto para enviarla. La comparto con Uds:

Paz.




martes, 8 de julio de 2014

Lo que tú me deseas, yo te lo deseo el doble

Hemos hablado ya de cuando se es muy duro con uno mismo respecto a los propios #defectos  ("El que lo dice lo es") Pero qué pasa cuando también nos aqueja en demasía los defectos de los demás?

Recuerdo que cuando era chiquita, me caía cada nada. Además también hacia caer aquello que esté cerca: macetas, sillas, abuelos, etc. En esas oportunidades, cada que me tropezaba, caía y sacaba la michi; sea quien sea que esté a mi costado, no hacía otra cosa que reirse. Así me caiga de las gradas o me saque sangre, igual se reían los hijos de las mil y un noches. Qué será pero es algo inherente al ser humano. 

En las clases del clown, el profe nos decía que justo una de las cosas que hacía funcionar el lazo que establecía el payaso con el público es que el clown manifiesta sus vulnerabilidades, se mete en aprietos y maneja con hidalguía su disconfort en esos momentos. En otras palabras: es honesta y agraciadamente miserable; y a la gente le gusta, le place ver a otra persona en aprietos, hacer el ridículo de forma jugosa. Asimismo se produce además un fenómeno algo extraño, y es que las personas se sienten de algún modo representadas ante esa situación y eso es lo que finalmente le da más calorcito a las risas.

Uno sólo puede percibir, interpretar y revivir emociones en otras personas cuando ya las ha vivenciado en carne propia. Cuando asumes que alguien está actuando de tal o cual forma, sin haberle preguntado o comprobado tu teoría, es porque estás proyectando en esa persona aquello que tú harías o sentirías en ese caso. Sólo puede saber qué se siente en una situación, aquel que la ha vivido antes. 

Estaba hablando de un ejemplo obvio con esto de las caídas cuando uno es niño pero si nos movemos a otro entorno más "adulto", veremos que la cosa es la misma. Cuando reconoces a alguien que no se alegra por tus logros, sabes que es posible que exista ese sentimiento porque tú mismo lo has experimentado. O por ejemplo, cuando piensas constantemente que tu novio podría dejarte en cualquier momento, en realidad ni tú misma crees en la relación.

Igualmente sucede para las cosas buenas; piensa en alguien a quien quieras o respetes, es posible que las cualidades que te gustan de esa persona están presentes en cierto grado en tu interior, sino ni te percatarías, no sabrías reconocer esas virtudes o partes suyas si no las tuvieras también dentro de tí. Pero como nadie se queja de estar rodeado de cosas que le gustan, hago énfasis en prestar atención cuando identificamos en otros cosas que nos desagradan. 


Quizás es difícil de aceptar, pero muchos de los defectos o juicios que adjudicamos a las personas que frecuentamos o con las que nos topamos; no son otra cosa que nuestros propios defectos/manías/deseos/debilidades, etc proyectados en otras personas. Es más, hasta podría decir que mientras más te encuentres con personas que tienen cierto patrón de defectos, es el Universo hablando en altavoz diciéndote que debes mejorar o equilibrar esos defectos en ti mismo. 

Un ejemplo más: No soportas a esa chica de la oficina que es una habladora, excéntrica, avezada?  Bien. Ahora pregunto: Qué cosas quisieras expresar más en tu entorno? En vez de quejarte de esa chica habladora, ve y manifiesta aquello que guardas por roche o inseguridad. La chica no es el problema, sólo es un espejo, una oportunidad de darte cuenta de aquellas cosas que te alteran o que podrías trabajar en ti mismo. 

Así que a  la próxima que quieras señalar a alguien de mentiroso o mediocre, mírate a ti mismo. Quizás los pasos que esa persona andó para ganarse esa etiqueta que le estás poniendo, hayan sido andados por ti primero. Es bueno saber que se tiene el control, es feo saber que se tiene la responsabilidad. 




domingo, 6 de julio de 2014

El que lo dice lo es

Desde que tengo memoria tengo a mi madre y cualquier otra persona reconocida y de buena fama e intención, diciéndome: "No basta sólo con ser buena sino también con demostrarlo". 

Siendo que a toda acción le sobreviene una reacción exactamente igual pero en sentido opuesto, podría decir entonces que también hay que realmente demostrar ser mala cuando se es mala. Podríamos abrir todo un debate para decir que en realidad no existen cosas "malas" sino malos puntos de vista, pero me limitaré a resumir que, tratándose de personas, muchas de las cosas "malas" no son otra cosa que "cosas mal vistas". Obviando "defectos"que implican explícitamente daño a terceros (asesinar, hacer guerras, abusar, robar, etc); me ceñiré en este artículo a aquellos defectos que al único que perjudican es a uno mismo.

Supuestamente escondiendo, maquillando o superando los defectos es que nos volveremos en personas dignas de respeto, cariño y hasta amor. Ponte a pensar en tus defectos, ahora. Yo empezaré con los míos. Así abrimos este pequeño espacio denominado: 

DEFECTOS DE STEPH
  • No hago deporte, no por flojera sino que mi cuerpo no está diseñado para hacerlo. Y cuando encuentro uno que sí puedo hacer, tengo talento de encontrar nuevas excusas para no hacerlo.
  • Soy pésima para organizar salidas nocturnas con amig@s
  • Si las llego a organizar, hay un 98% de probabilidad que no me presente
  • Pienso más de lo que digo
  • Soy contreras: si todos le van a A, yo le iré a la Z, aún si no la conozco pero estaré dispuesta a conocerla y ahí daré la contra con más gusto. 
  • Uso panties en verano o cafarena en primavera
  • Me sale acné cuando uso maquillaje o cremas de belleza
  • Uso calzones de abuela
  • Una vez enamoré con el hermano de un ex
  • Mi nariz tiene una desviación tras una rotura de tabique
  • Tengo cicatrices en cuello y espalda
  • Casi soy treinteañera y no tengo carro ni dpto propios
  • A diario se me caen alrededor de 100 cabellos
  • Mi voz es aguda y a veces hablo tan rápido que pronuncio palabras que no existen en el diccionario (una vez un paciente sordo me dió lecciones de cómo hablar mejor, lo amé)
  • Por eso también pienso más de lo que digo
  • Tengo atopía por lo cual soy asmática, alérgica al sudor, al roce y al trago 
  • Demoro en tomar decisiones 
  • Encima soy impaciente, lo admito
  • Sólo aprendo aquello que se pueda esquematizar
  • Mis rodillas son en valgo.
  • No digo mentiras pero sí tengo muy mala memoria para ciertas cosas.
  • No presto atención al nombre de las personas que me presentan, a propósito.
  • No tengo bien grabado el manual de urbanidad y buenas costumbres para cosas como saber cuándo enviar regalos a alguien que se casa, acompañar a mis amigas de shopping o tener gestos con las personas sólo para caerles  en gracia cuando les vaya a pedir favores.  
  • No tengo televisor.
  • No me gusta hablar de cosas de Medicina, peor escucharlas (si no es en una Junta Médica, claro)
  • En otros tiempos herí a personas que quise y me quisieron mucho. Les pedí perdón a todos, una nunca respondió (se la tragó la tierra o ella le pidió que se la trague), otra falleció (no por mi culpa, ojo) y el resto me conoce(y me quiere) mejor.
  • Podría tener senos más grandes, ojos azules, el cabello más largo, ser más alta, ser Madonna o la princesa Fiona. 

Ahora me dirás: "Y a mí que me hace saber tus defectos?"
Y yo te digo: Eureka! 

No tiene sentido perder tiempo, energía, ganas o salud tratando de ocultar los defectos o llenar las carencias que tenemos. Muchas de las cosas que nos preocupan o rechazamos de nosotros mismos, son cosas que los demás ni notan o valoran. Y lo más importante: eso que llamas defectos, no te definen como persona! En el caso de encontrarte con alguien a quien tus "defectos" inherentes le parezcan demasiado grandes como para quererte o aceptarte, pues entonces quien tiene un verdadero defecto es esa persona. 


Si tienes algo por construir, mejorar o desarrollar pues adelante. Ve tras tus metas y anhelos pero no te martirices por no ser "como quisieras ser"; muchas veces más que la cintura de avispa o el carro perfecto, lo que necesitamos es paz interior. Ya si haces algo malo, es otra cosa. Pide perdón de corazón y sigue adelante. 

Todo tiene un momento y hoy eres la mejor versión de ti mismo que pudieras tener.










sábado, 5 de julio de 2014

Sábados

Nota: Adjunto al pie de la página lecturas que encontré hoy y me recordaron el episodio que relato a continuación. Hay cosas de las que no se pueden escapar. 


Archivo 06/06/2013

En la casa donde vivimos la mayor parte del tiempo de mi niñez y adolescencia, tenía una habitación cuya única ventana daba a un tragaluz. Era un cuarto poco iluminado la gran parte del día pero temprano, alrededor de las 8am, se iluminaba bastante bien y el reflejo dorado que hacían los vidrios esmerilados sobre las paredes de mi cuarto se me hacían bien agradables. Era como ver pasar un milagro.

Era una exquisitez despertar las mañanas de los sábados, puesto que durante la semana a la hora que me iba, esa iluminación con sus colores no entraban por la ventana. El domingo se repetía pero este placer de la luz lo disfrutaba particularmente el sábado, los domingos disfrutaba la anticipación de que comería rico ese día.

Cuando tenía alrededor de 7 años, en esos sábados por las mañanas, yacía en mi cama y empezaba a imaginar cosas. Esa sensación de quietud y a la vez el tenue movimiento de la luz me hacía pensar en el movimiento y la existencia de cosas que muchas veces no llegamos a percibir mientras estamos acelerados con las cosas del día a día. Una sensación que se me hacía frecuente en esas mañanas era que de pronto mi cuerpo no estaba estático, como si no fuera sólido sino que habían full puntitos moviéndose a modos de ondas, como el manar del agua en un riachuelo. Lento, dulce, silencioso. Cuando lograba concentrarme, podía revivir esta sensación, era como si de pronto podría desaparecer, flotar o transformarme. Era un poco extraño, a veces me daba miedo pero siempre me producía cierto placer.

Otras veces, también en aquellas mañanas libres de colegio y llenas de luz, me ponía a pensar en cuántas de las cosas que había vivido realmente existían. Era curioso, me ponía a pensar en las vivencias como fotografías o escenas de películas, que ahora, ahí en ese instante no estaban. Si no estaban, existían? Habían existido? Y qué si yo decidiera elegir pensar en otro recuerdo o crear otra vivencia daría igual? A donde se iban todos los recuerdos y vivencias? Las cosas seguían ahí? Ya cuando profundizaba en esos pensamientos llegaba a preguntarme si es que asimismo nosotros somos la fotografía o el sueño de alguien más. Me preguntaba si realmente existimos o somos simplemente figuras en el imaginario de alguien superior.  

Después de todo, quien definió esto? Que las mujeres usan brazzier y los hombres llevan bigote, que la vida consiste en aprender, trabajar y envejecer. Que los perritos son mascota y que en las casas la puerta es puerta y la ventana es ventana. Qué pasaría si todos decidiéramos vivir diferente de una buena vez. Si de pronto, de buenas a primeras, todos acordamos que ya no necesitamos dinero para determinar como o donde vivimos, sino que nos dedicamos a desarrollar nuestros talentos, cultivar flores o a querernos a nosotros mismos. Enfocar nuestra mente en eso y ya no sólo en tener dinero/éxito. Qué no existe tal cosa como el asesinato o la soledad.

Quien estaba soñando esta realidad? Y aún más, quien está soñando que este mundo acabará así, con holocaustos y armagedones? De pronto se me hacía tan estúpido, ridículo. Finalmente que hacemos, para eso vinimos? En el fondo, tenía la sensación que la respuesta a esas cosas era un NO rotundo, de pronto quizás el sueño es otro, pero nosotros lo humanos lo estamos viviendo a modo pesadilla por voluntad propia.

Quizas al salir de la mente de ese creador y vernos “libres” en el escenario queremos recrear demonios, vivir tontamente, hacer cosas sin sentido o sin valor. Quizás este es nuestro abrevadero o botadero donde los seres superiores venimos a vivir como inferiores para poder experimentar totalmente nuestra naturaleza. Quizás solo se puede concientizar sobre lo divino cuando se ha conocido lo terrenal o infernal. Y visceversa.


Sea como fuera, en el almuerzo de uno de esos sábados, fue la única vez que se me ocurrió hablar en voz alta de estas “ensoñaciones” matutinas. La respuesta que obtuve fue: "En esas cosas solo piensan los locos. Deja de hablar de esas cosas". 

Y así lo hice. Hasta hoy. 





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