viernes, 3 de octubre de 2014

Starlight

Era yo Residente de primer año. 
Era el día un viernes a finales del 2011 y estaba por llegar la Navidad. Acababa de salir de las clases de la Facultad, era un curso odiado/olvidad/despreciado por la gran mayoría de médicos en el Perú (Metodología de la Investigación) y justamente por eso es que aquí no hay el buen hábito de hacer investigación. Mal, mal, pero esa es arena de otro ensayo. 

La cosa es que tendría libre el sábado, el domingo también, eran aquellos mágicos tiempos del descanso postguardia que me daban la oportunidad de contar con más tiempo libre que el regular basis de Residentes. Regresaba a casa luego de dar unas vueltas con mi mejor amiga de la Residencia, esa tarde durante la clase, nos habíamos puesto a mandar notitas en papelitos cual estilo de colegialas; era la primera persona no-familiar que se enteraba de mi nuevo status y de pronto sentía que estaba bien después de todo tener una nueva amiga. Ella es una pretty woman. 

Estaba particularmente ilusionada, no lo voy a negar, y es que en aquellos tiempos asomaba por el horizonte un nuevo amor. 

Capítulo I
Empieza la historia en el ´95, cuando mis padres me cambian de un colegio de señoritas dirigido por monjas dominicas a un colegio mixto evangélico (aunque creo que era más de todas las religiones y todas las sangres también) Todo era nuevo, el uniforme, la mochila, el peinado, la movilidad y los rótulos en los cuadernos. En el trayecto hacia el colegio pasamos por una casa que me llamaba la atención de forma especial. Esta era como un castillo en medio de la parte (para mi) más comercial de la ciudad, sin embargo a tempranas horas de la mañana, con las calles vacías, el brillo del sol sobre los árboles y el asfalto, propiciaban una escena particularmente alegórica y hasta de cuento. Se abría una ventanita en la puerta y después salían cual patitos en fila, 3 hermanos: un chico, una chica y... un niño, era el niño más chaposo, misterioso y con más cara de vivaracho que había visto hasta entonces y hasta ahora. "El niño bonito" le apodé. 

Habremos compartido en esa movilidad unos 2-3 años, después ya no recuerdo más. Luego cambié de movilidad y ahora sé que ellos cambiaron de colegio. 

Capítulo II 
2011. Necesitaba un fotógrafo porque el que había contratado el año anterior, aún no me entregaba su trabajo, pese a haber cobrado (en dólares)  por anticipado (en dólares) y haber prometido el oro y el moro. 

Capítulo III
Eran las 23:45hrs, estaba ya yo acostada y en eso recordé que tendría que enviar un documento a mis co-Residentes. Me levanté, encendí la computadora y mientras cargaba dicho documento, hice lo que mejor se puede hacer para matar (literalmente) el tiempo: entrar al facebook. 

Actualmente entro el 98% del tiempo al face via mi teléfono, en aquellos tiempo lo hacía desde la compu, por lo que siempre me fijaba en la barra derecha de la página de inicio sobre las personas que estuvieran de onomástico. En eso me fijo y encuentro, oh sorpresa, que el Niño Bonito estaba de cumpleaños. Oh sorpresa más grande aún: cuándo lo agregué?? 

Entonces procedo a entrar a su muro para enviarle un saludo cumpleañero de aquellos que parecen fabricados al por mayor cuando se trata de saludar a alguien a quien no ves ni en pelea de gallos; y estaba pensando por cual de mis dos opciones de saludos favoritos optaría:
  • Opción A: "Feliz cumple! Pásalo genial" cuando quiero parecer amigable
  • Opción B: "Feliz cumpleaños :)"  si temo que la persona no recuerde quien soy
  • Opción C: Cualquier cosa 

Así que decidí revisar su profile para ponerme al día y ver a qué se había dedicado el muchacho en los últimos casi 15 años que no nos veíamos. Resultado del análisis ulterior: era fotógrafo, vivía en Lima, es un loco. 

Elegí un saludo entre A/C, le envié un inbox solicitando una proforma y le dejé mis datos. Me fui a dormir. No llegamos a coincidir, al cabo de unas semanas ya no tenía motivos para que me tome esas fotos.

Capítulo IV
Viajo a Arequipa luego de haber culminado una de las etapas más importantes en mi vida personal. Tenía el corazón y muchos sueños rotos. No tenía idea de si lo que estaba haciendo estaba bien, no tenía idea de quien era yo. En mi cabeza sonaban campanas, bombas, globos reventando, baldazos de agua, plumones secos sobre el papel, uñas sobre una pizarra. Venía a visitar a mis padres como un naúfrago que llega a tierra firme en busca de agua de coco y también de un punto de apoyo y referencia para que de pronto el mar no parezca tan grande ni tan poderoso, tan violento. 

Hablé con ellos, pisé tierra y alcé la mirada. 

Era Halloween y salí con mi hno menor, esa noche improvisé mi disfraz con el único traje de bailarina de saya que encontré y lo modernicé con una peluca rubia de 10 soles. Mi hno se puso un disfraz de cuy de peluche tamaño jumbo (casi 2 metros), entramos a una discoteca, había concurso de disfraces, ganó. 

Llegamos a casa a las 4am, me quedé viendo adornos en mi cuarto. Aún tenía regalos por abrir, recuerdos que entregar. Me cepillé los dientes, apagué la luz, sonó el celular.

  - Fue una noche loca, no? Siempre quieres esas fotos? Vemos el amanecer? - sonaba al otro extremo de la linea. 
  - WTF? - pensaba yo en silencio

Capítulo V
Lo llevé a mi "lugar secreto" uno de los pasajes de Yanahuara donde hay flores, sillar, piedras y el sonido del agua de un pequeño regadío que corre pacíficamente. Conversamos hasta que amaneció, reíamos, sonreíamos y musitábamos. Me divertí y sentí que por momentos los plumones secos y los baldes de agua sonaban más bajito. 

Ya estábamos por despedirnos, en eso sucedió un dialógo que fue algo así:

  - Voy a divorciarme
  - Qué bueno
  - ???
 - Si estás tomando esa decisión es porque no eran felices. Estás dando tu primer paso hacia la felicidad y eso es muy bueno. 

Capítulo VI
3 horas después nos encontramo en su estudio para que me tome unos retratos. 






Capítulo VII
Regresaba de las clases después de las clases de Metodología, en el carro de mi amiga. En el edificio había un business center, me senté en una computadora y me puse a ver videos en youtube. Estaba particularmente intrigada/emocionada/contenta, había pasado ya un mes, hablamos un par de veces pero finalmente opté por desaparecer. 

Me mudé, todo estaba en calma pero sentía que había algo pendiente. Recordaba su sonrisa pero algo me decía que si pudiera ver su mirada, entendería y comprendería de que se trataba este pre-sentimiento. Luego, sabe Dios como, escuché esta canción:





Me puse a ver pasajes, el próximo avión salía en 2 horas. 1 hora después estaba en el aeropuerto por abordar un avión. Un par de horas más tarde, estaba convencida. 
Como diría J. Redfield, : Las coincidencias parecen entrecruzarse y fluir, había descubierto el proceso del alma que guía nuestras vidas.

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