Ohhhh, mi cuerpecito.
Desde pequeña solía preferir las harinas, dulces y chocolates. Eso ha de ser algo que está escrito en nuestro genoma humano, en el brazo largo del cromosoma X. Largo para permitirnos alcanzar el potecito de ají para las papas fritas.
Ya comenté algo en un post previo (véase "Del asma y afecciones del alma"). Ahora ampliaremos. Por qué será que en momentos que estamos más estresados nos antojamos de una Bembos con doble queso, tocino y hasta le podríamos meter su huevo frito encima. El Big Crunch, el barril de KFC, el 2x1 de la pizzería favorita, el combo de salteña/empanada/sanguchito con gaseosa, el chocolate Sublime con pan (de mis favoritos en la primaria), la milanesa con mayonesa y algo de papas fritas, el ceviche, no ceviche muy light; mejor el chicharrón de mariscos con su respectiva salsa tártara. El hot dog, la copa de helado con más fudge y más crema chantilly. El calentado de chifa, de lentejas, los choripanes, el churro, el Doritos, el Chocman, el queso con mermelada, el atún con mayonesa, el "petipan" con pollo, el huevo frito con arroz, el encebollado de atún, camote horneado, el cupcake con helado, el anticucho de carretilla, la caparina de la tía Veneno, el pollo a la brasa sin ensalada y con aaaaaaartas papas con ketchup y mayonesa. Por favor.
Todos hemos estado ahí. Alguna vez, aunque sea de niños; basta fijarse en lo que ofrecen los Menús Infantiles. Acaso hay compota de manzana y canela? Encuentras crema de zapallo con trocitos de pollo hervido? No! Está la alita broaster, el chicharrón de pollo, los nuggets. Y es que así es la psicología o el funcionamiento mental: comemos por placer.
Supuestamente el cuerpo necesita a diario 2200 -2500 calorías/día, de las cuales el 45-65% debería provenir de carbohidratos, 20-35% de grasas y 10-35% de proteínas. Eso es lo que el cuerpo necesita. Donde entra a tallar el tacu tacu montado o el lomo a lo pobre? Una época sudaba la gota gorda haciendo spinning y al terminar, para premiar mi sacrificio me compré unas galletas de chocolate. En la sesión había quemado ponte, 450cal, la mentada galleta contenía 250cal! En un ratito ya estaba consumiendo el 10% de lo que necesitaba para sobrevivir todo el día. Yo no soy loca "Cuenta calorías" (no tengo paciencia); no estoy a favor de las dietas, ni de regímenes, ni los batidos milagrosos. Ya cada loco con su tema.
Con todo esto quiero llegar a un sólo punto: La mayoría del tiempo comemos lo que el cerebro nos pide, no lo que el cuerpo necesita.
Eso que significa entonces? Que debemos darnos cuenta que cuando buscamos placer en la comida, en exceso y con demasiada frecuencia (porque la comida peruana es más rica que la csm) es probable que estemos buscando obtener un placer momentaneo para contrarestar largas horas de tensión acumuladas. Con esto digo que no es malo comer, lo malo es evitar el problema de fondo; y claro, de pasadita ganarte diabetes, hipertensión, un hígado graso y hasta cáncer.
Yo llevo lidiando con mi peso desde que empecé la U. Antes era muy deportista, empezar la carrera fue también empezar mi carrera de sedentarismo. He tenido subidas, bajadas, subidas, bajadas bajadas, subidas bien subidas, bajadas salvadoras y así al menos hasta hace 2 años en que descubrí algo que cambió por completo mi panorama.
Ya te lo dije!
Dejar de comer para alimentar mis ansias, y empezar a comer para alimentar mi cuerpo; cambió mi vida. La función de la comida es proveernos de energía. Se puede obtener placer de la comida, eso nadie lo va a cambiar y hasta es sano poder darse una indulgencia de forma regular. Cuando está el error? El error está en buscar alimentar el vacío. El vacío emocional o mental no se llena con comida. Sino dime, acaso no te ha pasado que cuando estás con la depre y te empujas medio pollo tu solit@, te sientes confortad@ pero para cuando ya te cepillaste los dientes, tienes deseos de estar hurgando la refrigeradora otra vez?
Qué bonito fuera que las cosas sean como en Alicia en el País de las Maravillas, en que la chica se come un pastelito y puede hacerse grande o pequeña acorde a las necesidades. Quién como ella, encima me imagino que ese bocadillo tenía mazapan... :B El vacío emocional, el nudo mental se llena, se alivia lidiando con el asunto (si una preocupación te aqueja), descansando si estas agotado, haciendo deporte, paseando, mirando el atardecer o meditando, si estás deprimido.
Qué bonito fuera que las cosas sean como en Alicia en el País de las Maravillas, en que la chica se come un pastelito y puede hacerse grande o pequeña acorde a las necesidades. Quién como ella, encima me imagino que ese bocadillo tenía mazapan... :B El vacío emocional, el nudo mental se llena, se alivia lidiando con el asunto (si una preocupación te aqueja), descansando si estas agotado, haciendo deporte, paseando, mirando el atardecer o meditando, si estás deprimido.
Otra cosa engañosa, al menos en la cultura de mi país y mi familia, es reunirse para comer. Ya está en la idioscincracia que en los compromisos se come, es más, la comida determina muchas veces el valor de toda la reunión. Si pasas arroz con pollo ya fuiste. Pero igual, así sea que comas contento o por un motivo para celebrar, es bueno darse cuenta que lo agradable es estar compartiendo con los seres queridos y que la comida acompaña. Igual siempre comer acompañado recarga energéticamente los alimentos, por lo que sería recomendable agradecer o bendecirlos ya sea en voz alta, persignándose o mentalmente,
Entonces, al Dragón de La Comida se lo vence pidiéndole una lupa en vez de papas y gaseosas. La lupa es para poder encontrar qué vacío o preocupación estamos tratando de satisfacer con la comida (y hablo de comida chatarra específicamente, si te consuelas haciéndote un mix de nabos con limón, bien por ti). Cuando se atiende el hambre del espíritu, estamos saciados completamente; entonces podemos elegir comer o no comer, porque las cosas estan en su lugar: el cerebro trabaja en aliviar al corazón y la comida provee nutrientes. Eso sí, el chocolate siempre es bienvenido.
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