viernes, 15 de agosto de 2014

Dragón #8: El Orgullo

Muchas veces se confunde orgullo con autoestima.
Empezando por eso, creo que ya tengo el 79% del mensaje del post.

Cuando estaba a la mitad de la carrera, tuve una amiga muy particular. No sabría explicar por qué, pero nos quisimos un montón, era un cariño y una sincronía muy intensa. No, no, nunca pasó nada pasional entre nosotras, simplemente nos queríamos mucho. Sin pensarlo, fuimos descubriendo que teníamos mucho en común: a las dos nos gustaba ponernos ganchitos en el cabellos y combinar los aretes con las pulseras, nos gustaba mandar cartitas con stickers, disfrutábamos el raje, nuestros sendos enamorados eran amigos, éramos buenas alumnas, cuerponas, nos gustaban las flores y las cosas vintage. Se los dije: no había razón. 

Cuando empezamos el curso de cirugía, que era para mi muy importante porque mis papás tenían cátedra en dicho curso; yo me propuse estudiar duro. Las primeras lecciones, contrario a lo que se podría imaginar, no eran sobre operaciones o incisiones; sino que eran sobre medio interno y algunas cosas bioquímica-style. Osea, eran cosas medio yuca, por lo que me puse a estudiar más: amanecía temprano para repasar unos resúmenes antes de empezar el día y ya en la noche hacía resúmenes de otro libro, para leerlo al día siguiente; finalmente mi papá me daba una explicación en casa los fines de semana. 

Durante los últimos años de la carrera, se va al hospital y se pasa la mañana junto a tu grupo de prácticas y el tutor asignado. Los grupos eran de 6 y en el mío estaba, por su puesto, mi amiga querida. Durante las mañanas, el tutor nos preguntaba la lección y cosas relacionadas a los pacientes que habíamos visto (sí, lo sé, hasta aquí el post está siendo muy nerd). La cosa es que yo lograba responder bien, cosa que no era igual para el resto del grupo. Entonces apartamos tiempo para poder repasarles a los demás, y así lo hice, compartí mis resúmenes y explicaciones de mi papá. Luego de un tiempo todos empezamos a responder y nuestro tutor se sentía espléndido ya que pensaba que nos estaba enseñando muy bien.

Sin embargo, pese a la mejoría, a la hora de las calificaciones finales, la brecha fue notoria. Yo llegué a ser segundo puesto de toda la promoción. Todo el mundo pensaba que me habían favorecido porque mi papá estaba entre los profesores del curso. Si supieran que mi papá toda la vida prefería vernos pasar necesidad o estrés pero con honradez, antes que vernos convertidos en unos relajados tramposos. Yo sólo confirmaba algo que ha regido toda mi vida: Cuando he querido realmente algo, siempre lo he logrado. 

Estaba feliz, lamentablemente mi amiga no lo estaba tanto. Por algún motivo que no sé explicar (bueno, sí se pero no quiero) se volvió en mi más férrea, abierta y mortal enemiga. Había tenido disputas con flacas antes, pero esto era una cacería. Los ataques eran a la luz del día, en mi presencia, con quien sea y donde sea. Llegó a intentar hacerme quedar mal parada delante de los profesores y diferentes tutores de los otros cursos, me contradecía en toda ocasión durante las asambleas de la Revista Estudiantil, y finalmente me quitó el saludo; dirigiéndome la palabra sólo en tercera persona pero con el fin de mandar algun improperio. Siempre elegante y sin groserías, eso sí. 

Yo paraba con mi cara de WTF? Entendía mas o menos su proceder pero igual siempre pensaba que su actitud estaba completamente desproporcionada a sus motivos. En mi esquema estaba la idea de que, si alguna vez nos habíamos querido tanto, no podría tratarla mal o responderle por igual. Entonces simpllemente me dediqué a orar por ella. No hablé de ella ni tampoco le respondí. Hacía la máxima voluntad por comprenderla y esperar que vuelva en sí. Pasó poco más de un año, yo perdí contacto o interacción con ella mucho antes de ello. Ya había olvidado el asunto. 

Empecé nuevas amistades con las que sí tenía razones empíricamente más valederas para entablar una amistad, era una amistad sana, equilibrada y muy feliz. Una de las épocas más buenas para mi. Por esos días, se me acercó en una oportunidad la chica del problema, me dijo para ir a tomar un helado. Yo le acepté, estaba intrigada por lo que tuviera que decirme, pero sobre todo estabancontenta de verla otra vez, sentía que había regresado. Como si antes hubiera estado poseída. 

Nos encontramos entonces, nos sentamos y ordenamos. Ella me dijo en resumidas cuentas, que se excedió, que admitía que había sido injusta y que se había equivocado. Yo la escuchaba pacientemente. Entonces me dijo algo que en su momento me pareció algo irónico hasta cuento, pero lo tomé a bien, igual: "Lo que pasa es que soy alguien demasiado sincera, por eso actué así". La interpretación de esas palabras, la dejo abierta al público. Yo tengo la mía, seguro ella también. 

Finalmente me dijo para que deje a mis amigas actuales, para volver a parar con ella. Eso no iba a pasar, pero ella también lo sabía. Así que la respuesta se la di en ese momento. Sin embargo igual estaba yo contenta de poder estar conversando con ella. No porque me esté pidiendo perdón, sino porque sentí, una vez más, que mis sentimientos de amistad hacia ella no tenían nada de sentido (política o teóricamente hablando), sin embargo yo sentía que eso era justamente lo que lo hacía genuino. Ojo que eso no se puede aplicar a todas las personas ni con cualquiera, por eso más me alegró que este caso sí haya sido una excepción. Simplemente me nació comprenderla y quererla.

El Dragón de El Orgullo te hace pensar "Sólo se quiere al que te busca", "Yo no merezco esto",  "Dame que te doy". Imagínate, llevar las cuentas de todos los errores de las personas que quieres, y luego querer cobrar la cuenta. Yo he estado ahí antes, no nací santa. Sin embargo después de un tiempo aprendí que no tiene sentido pensar así. La naturaleza de las personas es fallar, enojarse, reclamar, ser injusta o tonta. Todos actuamos así en algún momento. A ver pon "frases de Amistad" en imagenes de Google? Te sale cada cosa, practicamente está el mensaje de "Si eres mi amiga/novio/hermana/sanguchera y no eres como quiero, te jodes"

A dónde irá a parar la gente si nos ponemos en ese plan? Se nos enseña que defender tu territorio o contra atacar, es sinónimo de demostrar que te quieres a ti misma. De niña te dicen que eres la princesa que nadie puede tocar, mirar o criticar. Luego sales a la vida real y te vas a la shit. Y no es mala suerte, no es ser piña ni tampoco sonsa; a todos nos ven la cara en algún momento. A todos en algún momento nos fallan o hacen cosas inexplicables. Entonces, cuál es el mensaje del Dragón del Orgullo? No hay que dejarlo hablar. En el momento que empieza a decirte "Vas a dejar que te diga eso? Después de todo lo que hiciste por ella?"  entonces debes simplemente callarlo. Esos pensamientos no te protegen ni te harán proceder bien.

Ok, hay relaciones abusivas y dañinas con amigos o parejas; ni vuelta que darle. Pero una cosa es alejarte y dar por sentadas las cosas y otra muy diferente es romper el lazo amical pero no irte, sino quedarte luchando, "defendiendo tu honor". Si es negativo, lo dejas, punto. 

Ella sigue siendo mi amiga a la fecha, nos hemos acompañado después en diferentes circunstancias. Ella es muy feliz por mi y la forma en que vivo ahora. Yo soy feliz por ella y por la persona que logró ser hoy.










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