Para cuando me vi acabando la especialidad, después de ser R3 me vi en la situación de pasar a D1: Desempleado de primer año.
El dinero por lo general no ha sido tema que me haya importado demasiado. Vendría a ser en parte porque mis papás pudieron darme lo necesario y un poco más de lo que necesité para crecer y para vivir, pero no me preocupaba sobre todo porque hace muchos años leí y oí en el colegio un versículo en el Evangelio donde Jesús dice que nadie se preocupa por alimentar a los pajaritos de la calle pero sin embargo todos los días cantan. Igual que nadie se preocupa por las flores pero ni el Rey Salomón en toda su magnificencia vestía como los lirios del campo.
Cuesta mantener la calma en momentos difíciles, lo sé porque también hubieron momentos en que dudé de mi misma y también no sabía que camino tomar; sin embargo es bueno recordar que estos momentos de carencia son buenos para poder darte cuenta de que puedes pasar el día con lo básico: luz solar, los latidos de tu corazón, aire que respirar, agua y alimento que aunque no sea el de Tanta, puede ser el preparado en casa o en un lugar modesto que te recuerde la sazón de tu mamá. Puedes tener más tiempo para caminar,pensar, observar a las personas, dormir más, escuchar tu respiración, replantearte las cosas.
Así que todo es bueno, los momentos de incertidumbre o carencia material son necesarios a veces para darnos cuenta y valorar lo que es realmente importante. Otras veces te permite tomar una perspectiva y en unas cuantas (las más suertudas) te permite ejercitar la fe, porque realmente al final siempre pero siempre sale el sol.
El dinero por lo general no ha sido tema que me haya importado demasiado. Vendría a ser en parte porque mis papás pudieron darme lo necesario y un poco más de lo que necesité para crecer y para vivir, pero no me preocupaba sobre todo porque hace muchos años leí y oí en el colegio un versículo en el Evangelio donde Jesús dice que nadie se preocupa por alimentar a los pajaritos de la calle pero sin embargo todos los días cantan. Igual que nadie se preocupa por las flores pero ni el Rey Salomón en toda su magnificencia vestía como los lirios del campo.
Cuesta mantener la calma en momentos difíciles, lo sé porque también hubieron momentos en que dudé de mi misma y también no sabía que camino tomar; sin embargo es bueno recordar que estos momentos de carencia son buenos para poder darte cuenta de que puedes pasar el día con lo básico: luz solar, los latidos de tu corazón, aire que respirar, agua y alimento que aunque no sea el de Tanta, puede ser el preparado en casa o en un lugar modesto que te recuerde la sazón de tu mamá. Puedes tener más tiempo para caminar,pensar, observar a las personas, dormir más, escuchar tu respiración, replantearte las cosas.
Así que todo es bueno, los momentos de incertidumbre o carencia material son necesarios a veces para darnos cuenta y valorar lo que es realmente importante. Otras veces te permite tomar una perspectiva y en unas cuantas (las más suertudas) te permite ejercitar la fe, porque realmente al final siempre pero siempre sale el sol.
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