viernes, 22 de agosto de 2014

Dragón #10: La Familia

Cada familia tiene su toque, su ritmo y sus costumbres. En mi caso, la linea materna es A y la linea paterna es X. 

No confundir. La materna es A porque es básica, elemental, fundamental. La paterna es X porque es un misterio y a la vez indica dónde encontrar un tesoro. 

Cuando se habla de familia, algunos tendrán la imagen de un grupo de personas a las que les debes todo, quienes te quieren sin importar nada. Otros tendrán más bien la imagen de los culpables de sus desgracias y su malas decisiones. Y unos otros no tendrán ninguna imagen. 

Cual imagen se te viene a ti?

De pequeña, era regla que todos los fines de semana había que reunirse en casa de alguien (del lado A) ya sea porque se bautizó un primito, un tío compró un carro, era el cumpleaños de alguien, algún primo se graduó, etc y otras tantas era porque mi mamá compró conejo para preparar, un tío quería probar su nuevo VHS de karaoke o porque alguien llegó de viaje y se preparará una "huevada". Stop! Huevada no porque sea cualquier cosa sino porque desayunábamos huevos fritos al por mayor, con pan de tres puntas y bastante zarza de tomate y cebolla dorada. Mi tía ponía 4-5 huevos de una sola en el sartén, una y otra vez, parecía que nunca se acababan. 

En el lado X nos reuníamos, sobria y mesuradamente en Navidad, el cumpleaños de mi abuela y en el cumpleaños o el funeral de alguien. Gracias a Dios en mi tiempo sólo hubo una vez una razón para reunirnos por el último motivo.

A lo largo de mis primaveras, me tocó recibir lo siguiente de cada lado de mi familia: 

1) Fomento de mi creatividad 
A: contratándome para hacer videos de semblanza
X: enseñándome a hacer manualidades (bordar, cerámica en frío, jardinería)

2) Experiencias culinarias
A: De todo un poco; y de lo bueno, un plato sopero con repetición.
X: Recuerdo la exquisita presentación global de la mesa, más que la comida en sí.

3) Mi lado principeso
A: Si me caía, se reían. Si lloraba, se reían. 
X: Si me caía todos me socorrían porque soy la única nieta mujer. 

4) Mi lado intelectual
A: Los temas de conversación más candentes son los de Espectáculos, la tienda del barrio o, más aún, lo que hizo algún integrante de la familia. Y si éste no está presente, entonces tenemos tema para rato.
X: No se conversaba de algo en particular en la mesa, al menos no tengo mucho recuerdo de ello. Después de comer,  me iba a la habitación de la biblioteca a leer algún libro de E.A. Poe o Stephen King. 

5) La noción de Grupo/Manada/Clan
A: Somos como D'Artagnan y los Mosqueteros. 
X: Nadie depende de nadie, siempre ha sido así. Pero cuando alguien lo necesita, siempre alguien responde a ese llamado y muchas veces es el menos esperado.

6) La opulencia
A: Podemos estar en la tómbola de la cuadra o un banquete de palacio, e igual siempre nos sentiremos a gusto y acorde. 
X: Los recuerdos son elegantes y las vivencias sencillas.

7) La casa del abuelo
A: De niña iba a jugar en el patio, la tierra, alimentar a los conejos, atrapar caracoles y resbalar por la baranda de las escaleras.
X: Exploraba los joyeros de mi abuela y tía abuela, me encantaba encontrar puertas que daban a habitaciones que nunca había visitado antes o que me llevaban a baúles misteriosos (una vez encontré unos dientes) o a cajas de libros excelentes. Tocar (teclear) el piano, jugar con los espejos de la sala, aprenderme los nombres de las flores del jardín. En cada visita avanzaba en mi exploración, me faltó el cuarto que estaba detrás del patio.

8) Las opiniones
A: Todos tienen vela en todos los entierros. Todos opinan y generalmente quienes más opinan, preguntan, sonsacan y critican; son los que menos cuentan sobre las cosas que hacen, se ofenden si se les pregunta o si no se les quiere contar. 
X: Dos primos se casaron y yo no me enteré hasta después, tengo 2 sobrinos que no conozco, veo a mis tíos cada primavera (ó 5 de ellas) y mi abuela me envía saludos via mail en fiestas patrias.

9) Los abuelos
A: Todos decimos admirar a mi abuelo, y es verdad. Lo admiramos mucho, es como un ideal. Sólo que, no sé por qué, nos quedamos venerando al ideal, aun cuando tenemos a mi abuelo en persona. 
La abuela de este lado es leyenda ya, en persona y en espíritu. Ella fluye en mi lucha con el Dragón de La Desilusión.
X: Mi abuela no era de dar propina, casi no hablamos de ella y no sabemos mucho de sus luchas. Pero cuando la vemos, siempre está el deseo de querer robarle un abrazo. 
Mi abuelo de este lado se merece un post propio.

10) El legado
A: Partió de casi nada, económicamente hablando, pero queda el mensaje de constancia, unión, esperanza y bondad que todo lo puede. 
X: Sé que partió de oro que después se volvió polvo de estrellas. Hoy, impregna de un aroma oriental este genio que bordea la locura (como dice mi papá) y que es el que finalmente (ahora lo entiendo) me llevó a este camino de descubrimiento espiritual.

El Dragón de La Familia viene con un  kit en el lomo y la victoria no consiste en apoderarse del kit, sino más bien del manual de instrucciones que le cuelga del cuello. Porque las cosas que traen ese kit, vienen gratis, uno no elige a su familia, sin embargo tener la que te toca no es casualidad, ni mala ni buena suerte, ni castigo. Es una sucesión, como el suelo es a la manzana que cae del árbol. 

La verdadera victoria está en obtener el manual, leerlo y entender lo que dice. En mi caso siento que he podido arrancar un pedazo de ese manual y lo que encontré fue un pedazo en blanco con un pequeño trazo. Es un símbolo que me genera sentimientos de Nada y también de Agradecimiento. 

La Nada, entiendo que se refiere a la hora de emitir un juicio respecto a la familia. Considero que esa es la clave: no pensar nada, no juzgar. En un tiempo me sentía mal porque alguna tía me dijo tal cosa, una prima me hizo esta otra, o por qué mi abuelo fue de tal manera. Si no emito algún juicio sobre ellos y sólo observo, entonces brota la Gratitud. No por la herencia monetaria, ni el patrimonio cultural, ni las comidas, las risas o las memorias; es el agradecimiento de simplemente habernos unido para manifestar existencia. Que es lo más básico y a la vez mágico que podría compartirse con un ser querido. 

Por ahora comprendí que mi lado A me permite disfrutar de la compañía de las personas, creer que siempre se puede encontrar una solución a los problemas, que la unión es santa y poderosa. Mi lado X me hizo mística, introspectiva, curiosa, salvaje e independiente. Vaya que es un kit muy tierno, letal y sexy! Algo así como un conejo ninja con tacones. Just kidding, not kidding.

El resto del manual aún pende del cuello de este Dragón.



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