lunes, 13 de octubre de 2014

La Diosa mundana

El año pasado llevamos el último ciclo de una formación de medicina complementaria con una facilitadora internacional y ella hablaba del programa radial que dirigía allá en su pais, donde impulsaba a las mujeres a ponerse en contacto con su Diosa Interior. 

Pese a todo el camino, corto o largo, que haya podido haber trajinado mi persona, me parecía en ese entonces algo pretencioso compararme o verme a mi misma como "una Diosa". Para empezar, existen las Diosas? no es peyorativo u ofensivo pensar que Dios puede ser femenino? 

Parece algo tan simple pero así caletamente estamos entrando en un campo minado. Te diste cuenta qué fácil es automáticamente rechazar mucho reconocimiento, mucha fortaleza, mucha libertad? No confundir tampoco con la Diva/atention-hooker que todo lo quiere y todo lo reclama porque no puede ser reina sin súbditos.

Una mujer debiera ser mujer en todos sus polos y aspectos porque es tanto lo que depende de ella. Si lo vemos fríamente, la única forma de que Dios hubiera podido abarcar tanto al hombre como a la mujer en su creación, ha de haber sido mujer.

No se trata que cada vez nos parezcamos o imitemos el aspecto autoritario o masculino de Dios, en realidad ambos aspectos (masculino y femenino) lo llevamos ya en nosotras. Obviando el extremo misógino por un lado y el Bitch please en el otro, que tal si nos ponemos a analizar las ocasiones en que nos vamos al Ying y al Yang de nuestro espectro divino.

Yang
  • Quieres desarrollarte profesionalmente (por ti misma, no plagiando ni utilizando a las personas).
  • Tienes el deseo de generar un cambio en el mundo, sea éste a pequeña (apagas el foco al dejar la habitación) o gran escala  (Malala style).
  • Te interesa informarte sobre algún acontecimiento social, político, ambiental, sanitario o económico, aún si "no es de tu incumbencia".
  • Expresas tu punto de vista y, mejor aún, puedes escuchar otros que sean distintos.
  • Te haces cargo de tus errores, después de darte cuenta que no hay otros culpables y que llorar no mejora nada, ni tampoco te hace menos; sólo arruina tu delineador. 
  • Cargas tu propia maleta, sacas tu basura, te haces la cena, pagas tu taxi o lavas tu ropa interior al menos una vez en tu vida. 
  • Puedes romperte una uña u olvidar el lipstick pero adornarte mil veces mejor con una mirada y sonrisa sinceras.
  • Te tomas tu fernet, y lo disfrutas. Dices que no, no sientes culpa. Tienes el número de clímax que quieres, porque sí.
Ying 
  • Cuando puedes detenerte unos segundos a contemplar el sunset en medio del tráfico sin sentirte una cursi (o una vaga).
  • Si sabes en tu corazón que las flores son un milagro (Sí, incluso las que crecen en el asfalto o las que no son de Rosatel)
  • Puede que te de miedo la idea de tener niños propios (si no los has tenido aún, aunque quién sabe) pero igual puedes encontrar la esperanza de un mañana en la sonrisa de cada uno de ellos.
  • Haces conciencia y agradeces en silencio (o en voz alta) por la bebida y el alimento que pudo posarse en tu mesa y tus labios, tras un largo y antiguo camino de transformaciones. 
  • Puedes tocar y dejarte tocar por el ser amado, hasta el corazón aún sin que sus manos lleguen a rozar. 
  • Roconoces el tintineo de las estrellas que yacen fulgurantes en tus ojos, tu cabello o tu vientre. 
  • Te expresas y explayas cual Luna Llena, te recoges para replantear tu mundo interior cual Luna Nueva, tomas el tiempo necesario para encontrar tu verdadero rumbo cual Luna en 1/4 Creciente, te cuestionas y atraviesas tus mini-crisis con entereza cual Luna en 1/4 Menguante o simplemente te permites volver a empezar como el sol con el amanecer de cada día.
  • La nada te sabe bien, también.

Y así cuantas cosas más podrían entrar en estas listas.

La idea es que ser una Diosa es manifestar aquí en la tierra todas las cosas que recogimos y se impregnaron en nuestro ser durante el viaje en el tiempo que hicimos para llegar a este momento; así como las distancias, estados, formas, especies y edades que hayamos podido poseer antes de estar aquí, así. 

Saberse infinita, saberse fuerte, saberse generosa, con inacabable capacidad de amar, ser feliz, crear, hacer, compartir, aprender o disfrutar. Eso, eso es ser una Diosa de carne y hueso, una que existe en la Tierra como en el Cielo.




Con cariño, inspirado por mis amigas de La Diosa - Suplementos Mágicos
Dedicado a todas las mujeres en búsqueda






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