sábado, 6 de septiembre de 2014

Dragón #28: El Tiempo

Hace poco más de un año, hablaba con una amiga respecto a lo mucho que le dolió y afectó la muerte de sus abuelos hace ya más de 15 años. 

Hablábamos de las diversas aristas en el asunto y finalmente sentí que lo mejor que podía decirle era lo siguiente: 

Si te pararas hoy frente a un espejo, que encontrarías? Eres tú, sólo tú. Mira esas personas caminando en la plaza, qué ves? Son sólo ellos. Si no te conociera y sólo te viera, vería en ti a alguien joven, con un futuro por delante y mucha voluntad y alegría. Las marcas y cargas que te producen tristeza hasta el día de hoy, no están contenidas en un letrero pendiente de tu cuello, tus abuelos no fallecen todos los días ni tampoco ha pasado algo físicamente que te impida ser una persona libre y feliz. 

Qué pasaría si de pronto, perdieras la memoria y te ves al espejo nuevamente? Habrían esas tristezas, tendrías el luto encima o acaso una mochila de recuerdos tristes para siempre? No! Verías y serías exactamente la misma persona que estoy viendo en este instante. 

La diferencia no la hacen lo hechos que suceden ni las cosas que hemos vivido, cada uno de nosotros. Lo único que hace "real" que hayan pasado esas cosas, son el valor, calificación, memoria y entendimiento que le damos. Claro que hay hechos históricos que marcan consecuencias palpables pero aún en esos casos, el verdadero significado depende de nuestra opinión y sentir con que impregnemos nuestras memorias.

Este Dragón es de cristal, y refleja aquello que nuestra mente crea. Lo único que ves es finalmente lo que estás pensando o sintiendo. El tiempo está impregnado de cada uno de nuestros pensamientos, si él se parara frente a ti, qué reflejo verías?

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