viernes, 5 de septiembre de 2014

Dragón #26: Etapa III del Corazón

Recuerdo esa novela: Soñadoras, cómo me encantaba. La chica esta, Julieta, era una chica pobre que se hacía pasar por rica, tenía el acento más fingido del mundo y lo hacía bien pero en algún punto de la historia, la descubren. Y es que por el bien de la vida, las cosas deben salir a la luz.

Escena #1 
Tenía una amiga en el barrio, la cual criaba pollos. A mi siempre me han gustado los animales así que cuando la visitaba, jugaba y me revolcaba con ellos hasta más no poder. Un día pude hacerlo más que de costumbre, mi chico vendría a verme más tarde, así que empalmé y de donde mi amiga fui a mi casa para esperarlo a la misma hora. Cuando nos vimos lo abracé y le conté contenta sobre mi mañana avícola. Me dijo que lo suelte y que no lo vaya a besar si no me bañaba primero. Me pidió una foto carnet "para tenerme cerca". Un par de días después, terminamos. 

Años después se casó con una chica, tuvieron un hijo y embarazó a otra. En se orden. 

Escena #2
Venía su baile de promo, un día me dedicó la canción de Libido "No voy a verte más", diciéndome que era para que sepa lo mucho que me quería y que cuando llegue el "lejano" día en que terminemos vea cuánto le dolería nuestra separación (qué es esto? Crónica de una muerte anticipada?) 

Luego salió a la luz su fetiche con Britney Spears, estaba haciendo un calendario collage con sus fotos. Yo monse, me hice hacer un vestido como el del video de Lucky para su baile, finalmente terminamos poco después. 

Hoy no sé que será de él, creo q se casó y también tiene familia.

Escena #3 
Éramos la pareja top. Pasábamos los recreos y paseos juntos. Íbamos a las reuniones después de las actuaciones y en nuestra primera cita romántica me llevó al estadio. Luego vino el terremoto, no tuvimos clase ni nos vimos por cerca de un mes; hasta que un día me vino a visitar diciendo que quería estar solo porque tenía que estudiar para ingresar a la U. Cuando retomamos las clases, él estaba "bien solo", enamorando ahora con una de mis amigas. Era la primera y única vez (que yo sepa) que me sacaban la vuelta. No me dolió tanto como pensaba que se sentiría.

El dragón #26 es el que agarra a los otros dos del cogote, los zarandea y les dice: 

- Reacciona, reacciona Guillerminay! 

Generalmente cuando una empieza a entablar una aventura o relación amorosa, desea y procura que sean los Dragones #24 y #25 los que se queden. Es más bonito, placentero, emocionante y adulador estar y permanecer en esa etapa. A algunas nos gusta vivir en modo cuento de hadas, puede que estés besando a un sapo, pero sabe a cuento de hadas al fin y al cabo.

Sin embargo creo y declaro que toda relación pasa en algún momento por pruebas y ahí es donde se aprecia el verdadero valor de lo que hay entre estas dos personas. 

Sucede como con las piezas del Jenga, un castillo de arena o la casa de paja del chanchito porfiado del cuento: Cuando la mano no es precisa, sube la marea o sople la tormenta (lobas o lobos también pueden soplar); nada queda. 

Dificil darte cuenta de lo que estás construyendo si etás embobada con cartitas de amor, canciones o miradas furtivas. Típicos de los Dragones #24 y 25, estos tienen los colores del arco iris y dependiendo del ambiente, pueden pasar como invisibles. Lo único que hay que hacer con ellos es identificarlos, cuando los encuentras suena una alarma y aparece el siguiente dragón.

El Dragón #26 tiene una espada y una balanza, si no hay equilibrio entre sus discos, los separa. Con este dragón no hay que hacer nada, sólo dejarlo actuar. No llores, no supliques, no mires atrás.

En aquellos tiempos conversaba durante una reunión un primo mayor y yo le decía:

- Por qué será que empiezo una relación con un chico con el que nos queremos mucho, todo es lindo y después resulta que no era quien yo pensaba?

Y mi primo me dijo: 
- Agradece que te das cuenta, que tomas la decisión de terminar y que ellos no insisten. Hay relaciones sin amor en las que nunca pasan estas tres cosas. Aunque claro, lo ideal es que te des cuenta que no hay amor, antes de iniciar esa relación. 

Muchas mujeres (y hombres quizás) confunden amor con ilusión, que es lo único que pintan los dragones de la etapa I y II. 

El amor, ay el amor, el amor es otra cosa y podría decir que viene solo después que hayan pasado estos tres Dragones del corazón. 

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