jueves, 4 de septiembre de 2014

Dragón #23: La Juventud

Este Dragón lleva este número porque el 23 me suena a primavera, al Salmo 23, a flores, juventud y belleza. Se me hace muy femenino y especial, tan lleno de vida y esperanza. 

Siempre me ha gustado sacar cuenta de los eventos respecto a mi edad, como un ejercicio matemático mental y forma de ponerme en perspectiva con el mundo. Por ejemplo. Recuerdo que cuando era niña y veía las noticias y decían que se lograba un descubrimiento despues de, por ejemplo, 7 años; en seguida yo pensaba

12-7=5  ---> Yeeee no tenía uso de razón en ese entonces! 

O peor, si era cosas como "El Papa Juan Pablo II visitó Perú hace 14 años" Yo inmediatamente:

12-14= -2 ----> Yeeee ni si quiera había existido! 

Y este tipo de resultados eran los que obtenía por un buen tiempo. Incluso hasta cuando empecé la U, habían sucesos que así restando, me llevaban quizás ya no al tiempo de no existir, pero sí a un tiempo de no tener responsabilidad de saber o tener que haber hecho algo al respecto. 

Hoy, bueno, no me quiero deprimir. Pero ahora me pasa que hago esos cálculos con las edades de mis pacientitos. Me da curiosidad de imaginar en qué andaba yo cuando este wawito estaba naciendo. La mayoría de niños son de 3-7 años

29-3= 26 ----> Acababa de ingresar a la Residencia
29-7= 22 -----> Ya estaba empezando clínicas en la U 

Es en serio??? Cuándo me hice tan grande? Ayer me toco una paciente que ya usaba brassiere, tacón #2, uñas pintadas y casi de mi tamaño. Tenía 13 años. Yo dije ahora sí, retrocedamos en el tiempo y me veré nuevamente en edad embrión! 

29-13=16 ----> Estaba por terminar el colegio! 

WTF? Jajaja creo que ahora tendré que empezar a hacer cálculos con sucesos históricos tipo el año que se estrenó Breakfast at Tiffany, cuando salió a la venta el chocolate Sublime o el año en que se inventó el disquette. 

El Dragón de La Juventud es uno que adquiere la forma y el brillo que decidamos darle y la herramienta con que decidamos mirarlo y valorarlo. Hasta esta edad, siempre solía disminuirle un año a mi edad, pero esta vez decidí que sería mucho mejor no ocultarlo y encima anunciarlo con bombos y platillos. Me siento orgullosa de mi edad y aunque en mis años entren 2 chibolas quinceañeras, no me siento mal. Creo que bien podría reir cual niña de 7, fantasear como cuando tuve 13, encapricharme como a los 19, explorarme como a los 25 y luchar como a los 28. Todo eso puedo hoy y más. 

El Dragón de La Juventud siempre está volando y lleva consigo un equipaje cargado con nuestras memorias y momentos de tierna, loca, inocente y osada juventud. Conforme pasa el tiempo y cuando lo necesitamos, podemos sacar el item que más nos convenga. Yo estos días soy pura ilusión. No sé cómo será el día o año en que en vez de eso necesite sacar de la mochila unos pinchazos de botox o una levantada de cara; antes decía que nunca me haría esas cosas pero mejor no digo "nunca", no sea que mi boca me castigue. Quizás dejando abierta la opción me libero del karma y llega el futuro sin que necesite mayor re- encauchada. Aunque poder ser bendecida con vida suficiente para necesitar de una, es una bendición.

Y si aún sangras, eres de los afortunados, porque
muchos de nuestros sentimientos están muertos y se han ido"






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