domingo, 16 de noviembre de 2014

Gema #4: Ojo de Tigre

Cuando veía esas películas tipo Braveheart (Corazón Valiente) o El Señor de los Anillos, en los que se enfrentan en batallas campales cuerpo a cuerpo a punta de armas de todo tipo; de vez en cuando me preguntaba ¿qué pasaría si algún patita decidiera embarrarse en sangre y tirarse al suelo para pasar por muerto y librarse del filo de las espadas o una que otra cachiporra? Probablemente no lo haría porque entonces sentiría que no tiene honor de caballero o porque en alguna de esas, como se ven en algunas películas, los "ganadores" después se pasean en medio de los cuerpos clavando sus espadas en los cuerpos caídos a diestra y siniestra, ya sabes, por si las moscas. 

Recuerdo que estuve unos meses fuera de mi hospital base. Era verano y me tocaba aprender sobre formas de rehabilitar a pacientes con quemaduras y después a pacientes con secuelas de intervenciones terapéuticas oncológicas. Había pasado un tiempo muy agradable aprendiendo, viendo aspectos de mi especialidad que no había imaginado antes, tenía tiempo para mi, pude visitar varias veces el océano en mis rutinas habituales (Ver post "Del concreto a la espuma"), leía los libros que me interesaban, escuchaba la música que yo quisiera escuchar, salía a ese restaurant donde decían que iban los escritores, no a escribir sino a comer torta de chocolate en medio de la noche; si es que me apetecía. Es decir: bailaba a mi son.

Luego me tocó volver a mi hospital. Solíamos firmar la entrada sobre una mesita en el hall. En mi mente se recreaba esos sketches del Coyote y el perro ovejero con un mechón naranja de pelo que le cubría los ojos; particularmente me hacía acordar al momento en que los ovejeros se encontraban frente una máquina para hacer el cambio de turno entre y todos marcaban su tarjeta y ese era el único momento del día en que interactuaban. Algo así era en mi trabajo, solo que en nuestro caso lo hacíamos a mano. 

El tema es que yo me encontraba renovada y recargada tras un par de meses realmente maravillosos, pero notaba algo diferente en el lugar. Las doctoras mayores me miraban de una forma particular, mis compañeras de residentado agudizaron la mirada cuando me vieron, como si me estuvieran escudriñando. Luego me saludaban apagadamente, como si no hubieran encontrado lo que buscaban. No entendía nada, así que simplemente me fui a hacer mis quehaceres. 

Un par de días después, cuando estaba retirándome ya a horas de la tarde, me llega un mensaje de la que yo consideraba mi mejor amiga hasta unas cuantas semanas atrás. Dicho mensaje decía más o menos algo así: 

"Ya todo el Servicio sabe en lo que andas. Realmente es lamentable, no te creía capaz, pero el mundo da vueltas y espero que cuando te llegue el castigo, no sufras tanto"

Yo estaba como "Wow, qué considerada de su parte!". De qué rayos hablaba? Le respondí solicitándole alguna aclaración, pero no me dió mayor luz de nada. Ya sabes: tira la piedra, luego esconde la mano y corre como cobarde.

Al día siguiente encontré a uno de mis mejores amigos del Residentado, y le pregunté si tenía idea de algo que haya pasado en mi ausencia ¿Me faltó presentar algún informe? ¿No di la cuota para el cumpleaños de alguien? ¿Me faltó guardar algún adorno navideño antes de irme?. El se puso serio, miró hacia los costados y luego se inclinó despacio y me dijo en voz bajita:

"Bueno Stephi, lo que he podido escuchar es que la esposa del Dr. S. vino al Servicio a solicitar que se te sancione por mantener un romance con su esposo"

El "WTF??" que tuve con el mensaje de mi amiga se elevó a la quinta potencia con esta revelación. Era como que "En qué momento atravesé un portal cósmico y aparecí en un Universo paralelo??" Eso no tenía sentido alguno. 

*Nota de la Autora: 
En este momento del relato hacemos una pausa y hago un breve comentario. Ya me ha pasado (9.9 de cada 10 veces) que al contar esta "anécdota", las personas me miran con una miradita muy similar a la de esas doctoras como diciendo "Claro, ahora quiere pasar como la inocente". En verdad sería irracional de mi parte traer yo misma a flote una anécdota de la que no tienes conocimiento, para luego negarla porque el que sepas de ello, me pude perjudicar. No tiene sentido! Ni que estuviéramos en el Pais de las Maravillas o El Mundo de Jack.

Yo estaba en la etapa de no hablar, no explicar, no compartir, no pedir opinión. Me había propuesto fehacientemente no contar a las personas la situación o los detalles de lo que estaba viviendo en ESE periodo de tiempo. Quería y sentía que lo mejor para mi era superar y lidiar con todo el asunto yo misma, no quería tomar decisiones basada en el juicio, consejos u opiniones de terceros. La única opinión que tomé cuando inicié aquella nueva etapa, fue la de mis padres y ellos me dijeron "Te bendecimos, hija". 

Pensaba que el rumor era tan ridículo y carente de sentido, que las cosas caerían por su propio peso. Pero la verdad es que cuando pasan este tipo de situaciones, es como si hubiera un incendio forestal. Habrá gente que lanzará tierra para que pare el asunto y también habrá uno que otro hijo de la gran fruta que se ponga a hacer viento para que el fuego se expanda a mayor distancia. Por ahí después escuché un rumor sobre el hijo universitario de dicho doctor, quien había ido a mi Servicio a llorar sus penas porque ahora que se iba a quedar sin padre (por mi culpa) ya no podría pagar su universidad... En la vida real, los hijos de dicho Dr. no tendrían más de 7-8 años. Bullshit al por mayor. Lo curioso era que todos distribuían los rumores con tanta certeza y dignidad, pero nadie había visto nunca a la mentada esposa ni a ningún hijo en el supuesto momento de la verdad. Todos los rumores nacían y se esparcían en el despacho de la Jefa de entonces, una mujer muy poco feliz con su vida, hasta donde tengo entendido.

Opté por hablar y aclarar el asunto sólo con la persona que más respetaba en el centro de trabajo, mi tutor. El ya había descartado todos esos rumores antes de que yo si quiera converse con él. También me entrevisté con el médico en mención, en caso que alguna posible aventura con alguna otra chica me esté afectando indirectamente a mi. El no estaba enterado de nada, incluso me dijo que en su casa todo andaba de maravilla. Entonces simplemente guardé silencio, mi relación con la gente de trabajo se redujo al saludo, seguí adelante con mis estudios y trabajo.

De todo eso ya han pasado más de 2 años, a la fecha todas las personas que corrieron esos rumores han demostrado su carencia de escrúpulos, discernimiento y justicia al estar involucrados en diferentes situaciones ajenas a mi persona. Y el rumor respecto a mi, se disipó como niebla, con el tiempo demostré con mis actos que no era ninguna destructora de hogares o cosas por el estilo.

Escribiría aquí también las cosas que pensaron o me dijeron algunas personas de mi familia, pero ya hablar de eso ahora no tiene sentido. No entendían el por qué de mi aún reciente separación y como yo no tenía la mínima intención de dar explicaciones o convencerlos de que era por un bien superior, me alejé.

El Ojo de Tigre es un derivado de cuarzo, con incrustaciones de diferentes metales que le dan ese aspecto tornasolado. En otros tiempos fue utilizado por los Cruzados para infundirles valor en sus largos viajes, protección en lugares extraños. Corrige los trastornos de personalidad, es la "Piedra de la Independencia", muestra el uso correcto del poder, libera cargas mentales, refuerza la autoestima, favorece la capacidad de observación de cosas cotidianas. Tradicionalmente se usaba como talismán protector contra maldiciones o defenderse del llamado Mal de Ojo.


Era obvio que empezar una nueva vida y romper con la imagen que la gente tiene respecto a tu persona y de cómo deberías llevar tu vida, es difícil. Genera todo tipo de reacciones y ten por seguro que habrán personas que (puede que con buena intención) te juzgarán, infundirán temor, tratarán de detenerte, hacerte dudar o retroceder. Cuando esto empieza a suceder, es sinónimo de que estas ante una decisión que será muy importante en tu vida; en ese caso, qué mejor consejero que Dios y tu corazón? Es mejor no escuchar lo que dice la gente y seguir danzando acorde a la canción que canta tu corazón.

Personalmente, este incidente me ayudó muchísimo. Antes no hubiera podido sobrevivir con la idea de que la gente no esté de acuerdo con mis actos, me hubiera desgastado tratando de aclarar a todos lo que pasaba, hubiera solicitado opinión hasta a mis primos de segundo grado sobre su opinión respecto a los cambios que estaba atravesando y ten por seguro que hubiera hecho un cónclave con mis amigas para que cada quien de su opinión. Ahora sería diferente, todos pueden pensar lo que quieran, yo ya tenía mi propia premisa y eso era lo único importante.

No pondría Pausa ni menos Stop a mi canción, por nadie.


REALIDADES PRÁCTICAS

  • Escucha la canción "A quien le importa" de Alaska/Thalia, "Se dice de mi" de "Betty la fea", "Todos me miran"de Gloria Trevi, "Quítatelo" de Alejandra Guzmán, "Watch me shine" de Joanna Paticci 
  • No pidas consejos
  • Si te los lanzan sin pedir, analízalos bajo lupa. Podrían funcionarle a ellos pero no necesariamente ser tu mejor opción. 
  • No des explicaciones
  • Escribe en tu diario, ora, medita o lo que sea pero no cuentes a las personas; excluyendo cualquier tipo de ayuda profesional, que es diferente. Al menos no mientras estás tomando la decisión, tiempo después será bueno más bien que compartas tu experiencia, podrías ayudar a muchas personas a sacar sus propias conclusiones; y eso no es lo mismo que dar un consejo.





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